Acusación particular y fiscal solicitan 20 años por la muerte de Lupe Jiménez

VILABOA

José Cortiñas fue arrestado por detención ilegal, cargo que se sustituyó por el de asesinato.
José Cortiñas fue arrestado por detención ilegal, cargo que se sustituyó por el de asesinato. Alberto López< / span>

Mantienen que la víctima recibió unas cuarenta puñaladas, doce de las cuales alcanzaron un área próxima al corazón

05 ago 2015 . Actualizado a las 05:05 h.

El Juzgado de Instrucción número dos de Cangas ha acordado la apertura de juicio oral contra José Cortiñas Romero por la muerte violenta, en febrero del año pasado, de su mujer María Luisa Jiménez Jiménez, Lupe. Tanto la Fiscalía de Pontevedra como la acusación particular califican lo ocurrido como un delito de asesinato en concurso ideal con un delito de aborto, ya que la fallecida estaba embarazada de unas pocas semanas.

Aquel 23 de febrero del 2014, José Cortiñas estaba pescando en compañía de su cuñado cuando este último recibió una llamada telefónica. Curiosamente, la persona al otro lado de la línea pidió que se pusiera el acusado y el mensaje que le transmitió le mudó la expresión, se puso lívido y su actitud cambio, explicaron ayer fuentes próximas a la investigación.

Añadieron que, nada más colgar, quiso marcharse del lugar sin perder un instante. E, incluso, se dejaron atrás las cañas.

El siguiente escenario donde se le sitúa es en la vivienda de la familia de su mujer, en el municipio de Vilaboa. Lupe Jiménez llevaba residiendo allí desde hacía varias semanas como consecuencia de las desavenencias con su marido, con quien ya tenía seis hijos.

Ambos abandonaron la casa, al parecer, con la intención de superar la crisis de pareja y regresar al domicilio que compartían en Lugo. A María Luisa nunca más se la volvió a ver con vida. Según trascendió en su momento, horas después de marcharse juntos, Cortiñas se puso en contacto con su cuñada para decirle que Lupe había desaparecido tras detenerse en una gasolinera camino de la ciudad amurallada.

Cosido a cuchilladas

Su cuerpo, cosido a cuchilladas, fue localizado poco antes de las dos de la tarde del 25 de febrero cubierto con hojas y ramas de eucaliptos, maleza y restos de chatarra y oculto tras un árbol en O Marquiño (O Pino). Ayer desde la acusación particular estimaron que Lupe Jiménez recibió unas cuarenta cuchilladas, doce de las cuales en un área próxima al corazón, al tiempo que se mostraron convencidos de que fue agredida físicamente lo que le habría provocado una fractura de mandíbula.

Las crónicas de aquellos días aluden a que el encausado, que lleva casi año y medio privado de libertad en una cárcel de fuera de la comunidad autónoma gallega para evitar posibles represalias, mantuvo que había discutido con su esposa fuera del coche y que la acometió con una navaja cuando ella, presumiblemente, intentaba escapar.

Supuestamente, en el marco de la instrucción judicial, señaló que había quemado la ropa que vestía aquel día. Y, de hecho, fueron localizados restos de prendas de vestir calcinadas y a medio arder en el interior de un hornillo. El reciente hallazgo de las ropas que se cree que llevaba el día del crimen podría poner en duda tales palabras.

En cualquier caso, el juicio con jurado se celebrará en la Audiencia de Pontevedra. En principio, y dado lo avanzado del procedimiento, no se descarta que se pueda señalar para antes de que concluya el presente año.

El hallazgo de ropa con sangre podría derivar en otra causa

Una de las novedades más significativas de este caso se produjo hace relativamente poco tiempo. Según trascendió, hijas y familiares de Lupe Jiménez se desplazaron hasta donde se considera que se consumó el crimen para depositar unas flores. Al limpiar el entorno, y según pusieron ayer de manifiesto fuentes de la acusación particular, se toparon sorpresivamente con la ropa que se sospecha llevaba José Cortiñas cuando se desplazó a la vivienda de Vilaboa a buscar a su mujer. Las prendas -unos vaqueros, una camiseta de rayas y un jersey- estaban ensangrentadas y fueron entregadas a la autoridad judicial que, a su vez, ordenó su traslado a un laboratorio para su análisis.

El resultado de estas pruebas podrían determinar la apertura de una causa judicial paralela. De hecho, la acusación particular y la Fiscalía se han reservado la apertura de una pieza separada en el supuesto de que los análisis confirmen que existió una colaboración o encubrimiento.

Si se confirma que la ropa pertenece a Cortiñas y el perfil genético de la sangre se corresponde con la fallecida, se entendería que terceras personas tuvieron que auxiliar al único imputado por el crimen de Lupe Jiménez. En este sentido, la tesis que prevalecería es que no tiene sentido que hubiera abandonado prácticamente desnudo este escenario.

En cuanto a la pieza separada, el objetivo es que este nuevo indicio no afecte al procedimiento judicial principal, que prácticamente está concluido.