La normalización urbanística es la prioridad número uno de la agenda política local
20 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La falta de un Plan de Urbanismo lastra el presente y dificulta el futuro del municipio de Vilaboa. Hay demasiado en juego y ni el Concello ni los vecinos se pueden permitir el lujo de seguir esperando por la aprobación definitiva de este documento urbanístico. Precisamente por esta razón, los tres candidatos a la alcaldía ratifican su compromiso de hacer todo lo posible por que este plan entre en vigor en el próximo mandato.
Hay unanimidad a la hora de priorizar el PXOM, pero existen serias divergencias sobre la causa de su excesivo retraso y también sobre quién es el responsable. La coalición de gobierno de PSOE y BNG atribuye el obstáculo a la Xunta, mientras que el PP achaca el problema al bipartito.
Por ejemplo, el alcalde socialista José Luis Poceiro se compromete con la aprobación definitiva del PXOM pero añade: «A Xunta está dilatando os prazos para a súa posta en marcha e debemos loitar porque isto sexa efectivo». En la misma línea se posiciona la nacionalista Ornela Fernández, que aboga por defender ante la Xunta los núcleos rurales que figuran en el plan y exigir a la APLU la paralización de los expedientes sancionadores mientras no se apruebe definitivamente el PXOM. De esta forma, se podrían regularizar muchas edificaciones.
La candidata del PP, Beatriz Rosendo, sostiene que los populares han hecho todo lo posible por sacar adelante el plan. Sin embargo, precisó que la llave para solucionarlo en este mandato estaba en manos del bipartito» que ha sido incapaz de hacerlo en quince años. Para Rosendo, esta incapacidad del Concello a la hora de tomar decisiones la pagan los vecinos con la angustia que le producen las multas de la APLU por la falta de un plan urbanístico.
En el ámbito de la creación de empleo, el PSOE propone aprovechar los recursos naturales del municipio, tanto agrícolas como marítimos, «con plans de promoción e posta en valor», además de fomentar políticas de formación y asesorar a los emprendedores. En este sentido, la creación de un polígono comercial en Bértola es una apuesta fundamental. Poceiro cree que Vilaboa dispone de una «posición estratéxica» que la puede convertir en una referencia empresarial en la provincia.
La líder del Bloque, Ornela Fernández, por su parte, cree que es necesario intervenir reforzando el sector vitivinícola, apoyando a los mariscadores, crear un vivero de empresas, promocionar los productos del campo local con ferias y eventos gastronómicos y agrícolas y crear una asociación de empresarios y comerciantes. Los parques empresariales en Bértola y Barbeita facilitarán la implantación de empresas.
La popular Beatriz Rosendo apuesta por el desarrollo de dos áreas empresariales. Una en Bértola y otra en Eirís que dé salida a trabajos relacionados con el mar. Rosendo respalda también la atención al marisqueo, la creación de una escuela de soldadura y otra de carpintería de ribeira y un taller de empleo.
A la hora de posicionarse sobre las infraestructuras pendientes, los tres partidos han coincidido en algo. En Vilaboa es necesario un tanatorio. A mayores, todos creen que hay que mantener la red de carreteras y servicios municipales. Entre los matices, el PSOE pide al Estado la transferencia de la N-554 a la Xunta para mejorar su atención y mantenimiento; el BNG propone aceras en varias carreteras estatales y provinciales y el PP mejorar la imagen de viales, pabellones y parques.