«Su corazón no aguantó el asesinato de su hija y murió»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

VILABOA

CAPOTILLO

Centenares de gitanos se despidieron de la Tía Pepía, madre de Lupe Jiménez, la mujer asesinada hace un año por su esposo

04 mar 2015 . Actualizado a las 08:46 h.

Era muy querida en el seno de la comunidad gitana y ayer se lo demostraron acudiendo en masa a San Mauro para despedirse de ella. Centenares de personas, entre familiares y amigos, dieron el último adiós a María Luisa Jiménez, más conocida entre los suyos como Tía Pepía, madre de Lupe Jiménez, la joven de Vilaboa fallecida hace algo más de un año, supuestamente, a manos de su marido.

De hecho, uno de los asistentes al entierro expresó el sentir generalizado con unas breves palabras: «Su corazón no aguantó el asesinato de su hija y, por eso, murió». «Lo llevaba todo por dentro. Aunque era muy fuerte, el aniversario de Lupe la terminó por hundir», añadió otro familiar.

Entre gritos de dolor escasamente contenidos, Sinaí Giménez remarcó que Tía Pepía «era todo un ejemplo de lucha y defensa diaria de los valores familiares y de la cultura gitana». El secretario de la Sociedad Gitana en Galicia incidió en que «después del fallecimiento de varios de sus seres queridos y del asesinato de su hija Lupe, ella, lejos de venirse abajo como sería comprensible, se puso al frente de su hogar y de toda su familia».

De este modo, le tocó asumir el rol de madre, pero también de padre, de abuela y de abuelo... Así, tras la muerte violenta de Lupe Jiménez, se hizo cargo del cuidado «de sus nietos», por los que, según puso de manifiesto Sinaí Giménez, «luchaba cada día con todas sus fuerzas y su alma aunque el sufrimiento lo llevaba por dentro».

El dirigente gitano anunció que este rol lo asumirá, a partir de ahora, buena parte de la sociedad gitana pontevedresa. De este modo, dejó claro que se las plataformas de vendedores ambulantes garantizará el apoyo a la familia de María Luisa para no dejarla desamparada, de tal modo que «les facilitará puestos de trabajo en las ferias y mercadillos para que puedan salir adelante y mantener a todos los niños y familiares directos de ese hogar».

Homenaje póstumo

La sociedad gitana tiene intención de tributarle un homenaje póstumo erigiendo un monumento en su honor en el centro social que prevén inaugurar en breve en Madrid. De este modo, quieren erradicar lo que consideran un tópico con el que siempre se les asocia, el de que son una sociedad marcadamente patriarcal: «El ejemplo dado por la Tía Pepía tira por tierra estas afirmaciones sin fundamento».