Sanxenxo recupera frescos de 5 siglos

Marcos Gago Otero
MARCOS GAGO SANXENXO / LA VOZ

SANXENXO

Marcos Gago

La habilidad de los restauradores permite recuperar los escudos de la primera iglesia parroquial

26 jul 2017 . Actualizado a las 17:33 h.

La paciencia es una virtud y en este caso una habilidad imprescindible para llevar a buen puerto la restauración de los frescos de cinco siglos que se conservan en la iglesia antigua de Sanxenxo. Paciencia y también pericia, porque este es un trabajo artesanal que no se puede confiar a las máquinas.

A la luz de potentes focos y oculta de las miradas de los curiosos por un plástico que recubre por completo la capilla, la restauradora Sandra Domínguez trabaja en la recuperación de estas pinturas murales del siglo XVI. Datan de la época en la que se construyó la iglesia, según confirmó el historiador local José Manuel Abel, tras consultar la documentación parroquial de la época. Estas pinturas heráldicas representan «los escudos de las familias que hicieron la capilla y la iglesia», añade Sandra Domínguez. Son exactas reproducciones de otras tres piezas heráldicas, que aparecieron esculpidas a cincel en piedra en el suelo de la misma capilla. Su hallazgo fue una sorpresa, porque nadie se las esperaba cuando se retiró el retablo superior para su rehabilitación.

«Nuestra función es recuperar las pinturas y es una labor muy minuciosa, porque estaban tapadas con tierra y cascotes de cemento y ladrillo», relata.

El proceso es lento porque las pinturas están en un estado muy delicado, después de tantos siglos sometidas a la degradación del tiempo. La primera tarea es limpiar el entorno donde están los diseños y, a continuación, inyectar morteros que sirven para la fijación de las policromías originales. Entonces se puede volver a actuar en la retirada final de los restos de tierra y suciedad que quedan adheridos a los frescos.

Las pinturas se descubrieron hace meses y su restauración se puede hacer tras conseguir los permisos necesarios de Patrimonio, la elaboración de un proyecto técnico y la llegada del verano. La temperatura cálida es idónea para estos trabajos porque acelera el proceso de secado y fijación de las pinturas. La previsión es que entre treinta días y un mes y medio esta sección del templo esté totalmente renovada.