Aguín sostiene que las cifras de Sanxenxo revelan el fracaso del decreto de viviendas turísticas

Marcos Gago Otero
marcos gago SANXENXO / LA VOZ

SANXENXO

RAMON LEIRO

La líder de Aviturga señala que la Xunta empuja a muchos afectados a darse de baja del registro oficial

18 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La presidenta de la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga), Dulcinea Aguín, lo tiene claro. El decreto de viviendas turísticas que quiere imponer la Xunta tiene más resultados perjudiciales que beneficiosos y expulsa a muchos propietarios legítimos fuera de los registros autonómicos de este tipo de establecimientos. Aguín echa mano de los datos ofrecidos por la propia Xunta para justificar sus críticas a un decreto que ella entiende que fue hecho a medida solo para el sector hotelero.

En Sanxenxo hay 1.646 plazas de apartoteles declaradas en los registros oficiales y ninguna vivienda turística. «Es una cifra bajísima porque es muy rara la calle donde no hay alguno», aclara. «Se nos han acercado personas que estaban de alta como viviendas turísticas a las que Turismo les ha enviado cartas sobre todo lo que tenían que tener y se han tenido que dar de baja», añade. Es más, para Aguín, la situación «los empuja al mercado paralelo» porque el decreto de la Xunta tendría que «ordenar y regular», pero lo que hace es «impedir» la actividad.

Es un problema que se extiende a toda Galicia, pero que en los municipios costeros como Sanxenxo tiene una especial incidencia. Si este problema se encuentra ya en los apartoteles y en las viviendas turísticas, cuando se llega a analizar la figura de las viviendas de uso turístico, entonces la brecha se agrava y mucho.

La figura de vivienda de uso turístico es aquella que los propietarios ponen alquiler por temporada estival o vacacional. Es una forma en que muchas familias consiguen unos ingresos adicionales y los turistas una oferta que les atrae. Sin embargo, los aspectos que reclama el decreto son imposibles en la gran mayoría de los casos y son factores que, desde el punto de vista de Aviturga, no tienen sentido.

Aguín sí que apuesta por un turismo de calidad con unos requisitos mínimos, pero cree que no se puede pedir que sea lo mismo que un hotel. «Me parece bien que se pida que una vivienda de uso turístico o un apartamento esté amueblado, con sábanas y limpio. Hoy en día la gente que no tenga sus viviendas bien no las alquila», precisa. Añade que es difícil comprender cómo se puede exigir un ascensor a un apartamento en zona histórica, por ejemplo, cuando eso es inviable desde el punto de vista urbanístico.

Aviturga reclama que la Xunta atienda sus peticiones, que le transmitirán por escrito como alegaciones al decreto. Y apeló al libre mercado para defender su derecho a existir.