Medio Ambiente examina los daños de los cuervos en fincas de Nantes y Lores

m.g. PONTEVEDRA / LA VOZ

SANXENXO

Ramón Leiro

Los agentes de la Xunta elaborarán un informe sobre la conveniencia de las batidas solicitadas por los vecinos

29 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Agentes de la Consellería de Medio Ambiente se desplazaron hasta las parroquias de Nantes (Sanxenxo) y Lores (Meaño) para examinar las fincas donde los vecinos dicen que se producen graves daños por la acción de córvidos. Los técnicos autonómicos se pusieron en contacto con un grupo de vecinos e inspeccionaron las parcelas, principalmente maizales, aunque también se han dado casos de destrozos graves en huertas donde los pájaros se cebaron con los tomates.

Según precisó un portavoz de los afectados, en esta primera ronda, los agentes de Medio Ambiente recogieron un total de 17 reclamaciones vecinales. Es previsible que en los próximos días se interpongan más quejas ante la consellería, porque muchos propietarios de parcelas dañadas no tuvieron tiempo a acudir a la convocatoria de este fin de semana. El portavoz de los vecinos puntualizó que la media de las parcelas se sitúa en los siete mil metros cuadrados y que el estrago en el maíz por los cuervos supone como el 10 % de las espigas.

Los guardas ahora elaborarán un informe técnico sobre la incidencia real de los daños, su posible compensación y si es recomendable la realización de batidas autorizadas contra los córvidos en el valle.

Los afectados recurrieron a la intervención de la Xunta como última medida. Primero hicieron todo lo que pudieron imaginarse para poder alejar a los cuervos de sus fincas, sin ningún éxito. Estos vecinos señalan que los animales ya causan considerables destrozos en el momento de la siembra, lo que obliga a plantar más de una vez las mismas parcelas.

Meses después, cuando el maíz está verde en las espigas, bandadas que pueden llegar a los cien individuos se ceban en las fincas, aprovechando que el maíz está tierno. El problema se multiplica en el sentido de que habitualmente solo pueden acceder a la punta de las mazorcas, pero dejan la espiga abierta y si llueve, el agua entra hasta el fondo y pudre el resto.

Los vecinos inciden en que los espantapájaros tradicionales no sirven ya y que los cuervos han aprendido a acostumbrarse a su presencia. Tampoco son efectivas las cintas reflectantes, ni tampoco dejar ropa en bolsas colgando de las varas. Por esta razón, los afectados han solicitado el auxilio de la Federación Provincial de Caza de Pontevedra. Este organismo tiene que tener autorización expresa de Medio Ambiente para las batidas, porque el cuervo no es una especie cinegética y solo se puede cazar en circunstancias muy excepcionales.