La normativa ambiental reduce a cuatro las opciones para dotar al municipio de una playa canina

La coincidencia de varias normativas ambientales sobre el litoral de buena parte de Sanxenxo reduce al mínimo las opciones de dotar a este municipio de una playa canina. El ejecutivo local está estudiando las posibilidades dentro de su costa, pero prácticamente solo puede recurrir a las parroquias de Dorrón, Bordóns o parte del casco urbano. El resto del municipio está afectado por distintas normativas que hacen inviable la playa para las mascotas desde el casco urbano hasta el límite con O Grove y Meaño. Ante esta situación, solo quedan la playa debajo del mirador de Palacios, Nanín, Area de Agra y A Granxa. La decisión no está tomada y todavía está en el aire sí finalmente habrá un arenal para perros el próximo verano.

El Concello admite que hay problemas y que, además, en los lugares posibles hay oposición vecinal. En Major, Montalvo y A Lanzada está prohibida la presencia de perros, a causa del plan de protección del chorlitejo. Todo el litoral de Vilalonga, el entorno de A Lanzada y la parroquia de Noalla están afectados por las restricciones de la Red Natura 2000. A mayores, la concesión de la Q de calidad y de la bandera azul impiden la presencia de perros en todas las playas donde se ondeen estos distintivos, 9 para el primer caso y 12 para el segundo.

Por su parte, la asociación Peludos considera urgente tener al menos un arenal para poder llevar sus mascotas. «Con ello no nos referimos a un predegal». Tampoco quieren un lugar con problemas de agua, lo que excluiría Nanín. Para Peludos, es «imprescindible» que se trate de una ubicación «accesible para todo el mundo», por lo que abogan por una «cuanto más céntrica mejor». Otra opción sería habilitar un horario específico en varios arenales, sugiriendo que se permita allí la presencia de mascotas entre las 21 y las 10 horas.

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