Un barco termina en las rocas de Punta Vicaño mientras sus tripulantes buceaban al erizo

Alfredo López Penide
López Penide SANXENXO / LA VOZ

SANXENXO

Un instante del rescate ayer del «Nuevo Luisa», que terminó sobre las rocas de Punta Vicaño.
Un instante del rescate ayer del «Nuevo Luisa», que terminó sobre las rocas de Punta Vicaño. Cedida< / span>

La embarcación no llegó a hundirse y está siendo reparada

09 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo que prometía ser una jornada más de pesca de erizo se transformó ayer, en cuestión de unos segundos, en un susto para la tripulación del Nuevo Luisa.

Según testigos presenciales, el patrón y algún tripulante -no pudieron precisar el número- de este barco con amarre en el puerto de Portonovo (Sanxenxo) se desplazaron al entorno de Punta Vicaño. Allí, equipados con trajes de neopreno y gafas, se arrojaron al agua, mientras un miembro de la tripulación controlaba el compresor que enviaba oxígeno a través de un tubo.

Todo transcurría con normalidad hasta que, de pronto, se percataron de que tenían las rocas encima. «Tivo que ser un despiste. A mar estaba algo picada, pero no tería porque ser un problema. Tal vez, o exceso de confianza», manifestó un marinero. «Despistáronse», aventuró José Gómez Castro, patrón mayor de la cofradía de esta localidad.

La rápida reacción de los marineros no pudo evitar que el casco del barco golpease contra las piedras -«quedou enriba das rocas», era un comentario habitual en el bar de la lonja de Portonovo-. De inmediato, comenzaron las maniobras para acercar la embarcación al muelle, unas labores que se llevaron a cabo buscando evitar que la brecha aumentase su tamaño o que el agua entrase en tal cantidad que pusiese en riesgo la flotabilidad de la nave.

De este modo, auxiliados desde tierra con cabos amarrados al barco, el Nuevo Luisa, poco a poco, se fue aproximando a las instalaciones portuarias, donde una grúa se ocupó de izarlo a tierra. Acto seguido, los responsables de esta embarcación valoraron el alcance de los daños -en principio, y a decir del personal del muelle, los desperfectos no aparentaban ser muy importantes- para, acto seguido, decidir trasladarla a un astillero para su reparación. «No sería extraño que en unos días se vuelva a echar a la mar», señalaron al respecto.

Las olas pueden alcanzar hoy los 7 metros de altura

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en su página web, advierte de que, hasta las tres de la tarde de hoy, se mantendrá activa la alerta naranja en el litoral de las Rías Baixas. De este modo, se alerta de un riesgo importante por fenómenos costeros adversos por mar combinada del Oeste y Noroeste que pueden provocar olas de seis o siete metros.