Los amarillos tienen que recortar dos puntos en las dos últimas jornadas sobre el Silva para no caer al pozo del descenso
06 may 2015 . Actualizado a las 10:20 h.El Xuventú Sanxenxo olía a carne de cañón hace unas pocas semanas. La pésima racha que han protagonizado los integrantes del vestuario amarillo -que llegó a las 16 semanas consecutivas sin conocer la victoria- les daba muchas papeletas para ser uno de los cuatro descendidos en la jornada 38. Sin embargo, el negro panorama que se vaticinaba podría mejorar justo antes de tocar la bocina del fin de temporada.
Y es que los de Calucho han roto con la dinámica, han hecho de tripas corazón y han sumado dos triunfos en las últimas dos citas ligueras. Esta circunstancia no ocurría desde el pasado mes de diciembre, lo que da alas a los sanxenxinos, que vuelven a soñar con la posibilidad de salvarse de la quema in extremis.
Las cuentas son tan difíciles como claras: Restan dos citas para la conclusión. Seis puntos en juego y la distancia con respecto a la gloria de salvarse o al infierno de caer a Regional Preferente está a solo dos puntos de distancia.
El gol average con los coruñeses está ganado, gracias al 3-4 de la primera vuelta y al empate en Baltar de Arriba (1-1). Esto se traduce en que con una victoria sanxenxina y una derrota del Silva sería suficiente para invertir posiciones y futuros.
Calucho pone toda la carne que le queda en el asador de esta Tercera. El recién ascendido no quiere tener que protagonizar de nuevo la gesta de un ascenso desde abajo, ya que todavía es posible firmar la salvación.
El Xuventú no tiene nada que perder y si vence este fin de semana en el estadio del Barbadás, llegaría con opciones (o incluso en puestos de permanencia) al último y decisivo encuentro de la fase regular, que será en campo propio ante un Arousa que a día de hoy todavía tiene alguna posibilidad, aunque remota, de meterse en puestos de play-off.
El Silva posee un calendario más benévolo que el Sanxenxo, pero atraviesan una profunda crisis de resultados, con cinco semanas consecutivas sin festejar un triunfo.
A los amarillos les restan dos finales, ante el Barbadás y el Arousa, para recortar dos puntos