El mal tiempo trastoca las previsiones del puente del 1 de mayo en la capital turística de las Rías Baixas, tras una exceltente Semana Santa
02 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La meteorología juega este fin de semana una mala pasada al sector turístico de Sanxenxo en el puente del 1 de mayo, fecha en la que muchos habían puesto las esperanzas de repetir el excelente resultado de Semana Santa. No pudo ser y los chubascos intermitentes aguaron a más de uno las vacaciones. A pesar de todo Sanxenxo tiene su encanto para los visitantes aún con lluvia, chubasquero y paraguas. En el paseo de Silgar, mucho más vacío de lo habitual en día festivo, todavía se pudieron escuchar ayer acentos foráneos y encontrarse con más visitantes que residentes habituales, al menos al mediodía.
La madrileña Isabel Vega es uno de estos turistas a quien no echa para atrás la lluvia. Junto con un grupo de amigos pasa este fin de semana en Carril, pero para estrenar mayo decidieron pasear por Silgar. La lluvia no la cogió desprevenida. Provista de paraguas y chubasquero, bromeó: «A mí me gusta esta playa y el paisaje es bonito. Sabíamos previamente que iba a hacer mal tiempo, así que venimos preparados».
Justicia Magariño, de Zamora, pasa estos días en un hotel en Portonovo. También se dejó ver por Silgar. Recalca que «Galicia es relajante» y que la gastronomía y el mar le encantan. El mal tiempo no le importa. «Nos gusta Galicia, nos gusta aún con lluvia», sentenció.
Sanxenxo tiene entre los gallegos a su público más fiel. Francisco Graíño, de A Coruña, indicó: «Venimos para escapar un poquito de la ciudad, este es un sitio más tranquilo». De la lluvia, afirmó: «Sabíamos que iba a haber mal tiempo, pero no tanto, queríamos ir hasta A Toxa, pero dimos la vuelta porque no se veía nada».
Precisamente la niebla fue un factor muy presente durante la mañana, especialmente en la Vía do Salnés. Los coches circularon más despacio de lo habitual por esta carretera limitada por tramos a 100 y 120 kilómetros por hora. No se trataba como en verano por las retenciones de tráfico, sino porque la niebla era tan espesa en algunos lugares como Nantes, que apenas dejaba ver unos metros por delante de los faros de los vehículos.
Este temporal no arredró a los más valientes a probar con kite surf en A Lanzada. Había oleaje pero el viento fue tan fuerte que apenas alguno se metió en el agua. Mucha más fácil lo tuvieron los jóvenes del Club Acuático Umia, que escogieron Silgar para entrenar. Laura Mirás explicó que el mar estaba bien para prácticas de tabla y de relevos.
La borrasca ha descargado con fuerza sobre la comarca, pero no ha logrado vaciarla.