Comuneros gallegos apoyan a Noalla para la clasificación de A Lanzada

Marcos Gago Otero
marcos gago SANXENXO / LA VOZ

SANXENXO

RAMON LEIRO

Un total de 65 entidades lamentaron la revisión del expediente del monte

27 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Apoyo unánime de la asamblea de la Organización Galega de Comunidades de Montes a las reivindicaciones de Noalla sobre el monte de A Lanzada. Un total de 65 juntas directivas, representadas en la última asamblea de la entidad autonómica, votaron a favor de un manifiesto presentado por la delegación sanxenxina. Los asistentes a esta asamblea reclaman que el Xurado Provincial en su revisión del expediente, por orden judicial en una causa promovida desde el Concello de O Grove, ratifique la clasificación original del monte del istmo, que se falló a favor de Noalla en 1986.

El portavoz de la organización gallega, Claudio Quintillán, recordó que sobre A Lanzada existen dos procesos actualmente, que son independientes y que no se deben confundir. Por un lado está la revisión de la clasificación del monte por el Xurado Provincial, y que atañe únicamente a los comuneros. Este es el punto que respaldan desde la organización gallega, es decir, que se mantenga la decisión de 1986, porque otro resultado tendría importantes repercusiones en otras partes de Galicia.

El otro es la revisión de lindes municipales entre Sanxenxo y O Grove, a petición del primer Ayuntamiento. Es un trámite ante la Xunta, tras su consulta al Instituto Geográfico Nacional. Los comuneros no entran en este punto.

Quintillán señaló que no es tan extraño como pueda parecer que existan terrenos clasificados a favor de una comunidad compartidos entre dos términos municipales, porque las piezas son únicas. Existen más casos en el interior de Galicia y obedecen a circunstancias históricas y geográficas.

En el caso que nos ocupa, se trata de una pieza de monte, denominada A Lanzada, pero que abarca una extensión que va desde Foxos hasta la línea marcada por el Con da Pantoeira y el de A Gaivota, al otro lado del istmo viniendo desde Sanxenxo. Esta pieza es indivisible, según la actual legislación y se encuentra en dos términos municipales actuales por los cambios que se han hecho con el paso del tiempo entre los límites de los concellos.

En el manifiesto aprobado por la asamblea gallega de comuneros se resaltó la preocupación por los cambios en la Lei de Montes y también la inseguridad jurídica que surge con la anulación de la clasificación de A Lanzada, «25 anos despois de producirse». Los entes parroquiales también critican que la revisión surja a instancia de un Concello, cuando estos «xamais puideron ser donos dos montes veciñais das parroquias». Por esta razón, se reclama a la Xunta y al Estado la defensa de las parroquias y sus montes, por la «ancestral comunidade xermánica», régimen que afecta a casi la tercera parte de todo el territorio de Galicia.

La Universidad de California facilitó un documento para la tesis de los sanxenxinos

Noalla reenviará en días la documentación que avaló en 1986 la clasificación de A Lanzada a su favor al Xurado Provincial. Uno de los portavoces del ente sanxenxino, José Manuel Rodiño, explicó que en el catastro de Ensenada, del siglo XVIII, se dice que estos terrenos van desde A Gaivota y A Pantoeira hasta el «prado de Joseph de Piñeiros» en Foxos. Su extensión es de 800 ferrados (50 hectáreas). En la actualidad, desde el límite municipal hasta Foxos hay solo 17 hectáreas, es decir, 33 hectáreas más se hallan en el área del istmo, reforzando la tesis sanxenxina, según Rodiño. Aún así, la pieza clasificatoria de 1986 cifró en 96 la extensión de todos estos terrenos comunales.

El portavoz de Noalla indicó que la discrepancia de los números es solo aparente. El istmo ha estado creciendo en anchura con el paso de los siglos. No es un accidente geográfico estático. En un derrotero de 1896, que los sanxenxinos lograron a través de la Universidad de California (EE UU), por ejemplo, se menciona que el istmo se cubría en mareas altas, cosa impensable hoy. Esto avala, que ha ido creciendo en anchura, hasta sumar las 96 hectáreas actuales. La misma evolución del área se puede extraer del plano del catastro de Ensenada.