El buey de Bascuas cayó de un barco

Marcos Gago Otero
marcos gago SANXENXO / LA VOZ

SANXENXO

Los operarios del Concello de Sanxenxo emplearon un día entero en sacar el buey de las rocas.
Los operarios del Concello de Sanxenxo emplearon un día entero en sacar el buey de las rocas. concello< / span>

El Concello sospecha que el bovino irlandés que varó en la playa de Sanxenxo pudo ser arrojado desde un mercante frente a la costa gallega

04 mar 2015 . Actualizado a las 11:37 h.

La procedencia del buey de 400 kilos de peso que varó en la playa de Bascuas, en Sanxenxo, el pasado noviembre sigue envuelta en el misterio. Una incógnita cuya clarificación el Concello sospecha que podría estar en alguno de los mercantes que navegaba frente a las costas gallegas el pasado otoño. Pocas son las cosas seguras en este extraño asunto, según admitió el concejal de Medio Ambiente de Sanxenxo, el independiente José Luis Rodríguez.

El animal tenía un código identificativo en uno de los crotales, lo que en un principio debería de servir para poder aclarar su origen. En este código figura una cifra de referencia con unas iniciales normativas para toda la Unión Europea. En esta etiqueta figuraba IE, es decir, Irlanda. Con este dato, el Concello supo que el bovino se crió en Irlanda, pero seguía en pie la otra gran pregunta. ¿Cómo acabó varado en una playa de Sanxenxo, en Galicia, un animal de 400 kilos que no tiene nada que ver con el mar?

Existen dos posibilidades. Una es que el buey cayese al mar en Irlanda y que las corrientes marinas lo empujasen todo el camino desde la isla hasta la costa gallega. Es un viaje de varios días, pero no se descartó.

La otra opción, que cada vez cobra más peso vistas las infructuosas pesquisas encargadas por el Concello ante la Xunta y la Embajada de Irlanda, es que el animal se hallaba en un barco cuando acabó en el mar.

En este caso, el concejal de Medio Ambiente se imagina el por qué nadie se quiere hacer responsable de reconocerlo. Y es que si al animal lo tiraron desde un barco por cualquier causa, o porque muriese a bordo o estuviese enfermo, se habría incumplido una norma medioambiental internacional vigente para estos casos.

Si fuese así, es normal que nadie diga que fue el responsable, porque no solo tendría que pagar la minuta que el Concello de Sanxenxo le cobraría por los costes de sacar al animal de las rocas. Ese mercante también quedaría expuesto a una sanción por la Administración ambiental correspondiente.

Rodríguez indicó que la normativa europea exige que a la hora de tirar un animal por la borda, este tiene que hallarse a una distancia mínima de la costa. Además se debe de perforar el cuerpo para evitar que flote y tomar medidas para que se hunda en el mar. Por último, se exige que se comunique a la autoridad ambiental competente lo ocurrido. Ninguno de estos pasos se dio en el caso del extraño buey de Bascuas.