Un ejército de Pantojas despidió ayer al Panchós en Portas

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PORTAS

Los usuarios del centro de día y sus familiares acompañan al Panchós en su despedida.
Los usuarios del centro de día y sus familiares acompañan al Panchós en su despedida. ramón leiro< / span>

Los usuarios del centro de día celebraron ayer una jornada festiva para despedir el carnaval

07 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los usuarios del centro de día de Portas celebraron ayer el entierro del Panchós, una jornada festiva en la que despiden el carnaval. En la Azucarera se dieron cita cerca de un centenar de personas, entre las que se encontraban los cuarenta usuarios del centro disfrazados de folclóricos, para acompañar al Panchós y despedirlo hasta el próximo año bajo cantos sarcásticos y llantos desconsolados. «Esta fiesta es su ilusión, lo recuerdan todo el año», recalca la educadora de esta institución, Cristina Castro.

Desde el mes de enero, los mayores del municipio preparan, a diario y con total dedicación, la fiesta de despedida del carnaval, «lo hacen muy entusiasmados, porque es la fiesta hecha por los mayores, para todo el pueblo», explica Castro. Componen las canciones, eligen los disfraces y caracterizan al Panchós, un pez nacido hace siete años que es símbolo del carnaval local y que cada año pasa a mejor vida de una forma totalmente distinta, satirizando a los personajes más destacados del año. Este año, recibió honores el pequeño Nicolás, que con sus timos y artimañas, acabó con la vida del querido Panchós. También la Pantoja y la Duquesa de Alba tuvieron su momento de gloria, pues los mayores del centro de día quisieron homenajearlas, disfrazándose de folclóricas y componiendo un fandango burlesco en el que se acordaron, como no podía ser de otro modo, del gobierno local.

Con estas actividades, los mayores quieren reivindicar que todavía son útiles para la sociedad y demostrar que están activos y que saben divertirse. Asimismo, detalla la educadora del centro, que estas actividades «funcionan como tratamiento para mejorar la memoria, la autoestima, el lenguaje, la coordinación, la creatividad y la psicomotricidad». Recalca además que muchos de los usuarios que sufren deterioro cognitivo y de memoria, son capaces de recordar canciones y disfraces de años anteriores, lo que supone una terapia muy beneficiosa para ellos.

Uno de los disfraces más recordados de las siete ediciones celebradas fue el del año 2012, en el que se caracterizaron de supervivientes, «era la época de las preferentes», recordaba la educadora, y muchos de los mayores bromeaban, «sobrevivimos a la guerra, al hambre, a las preferentes y a los desahucios, somos unos supervivientes».

En el entierro del Panchós, participaron también los alumnos de la guardería Galiña Azul.