La modestia de dos alumnos brillantes

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

emilio moldes

Paloma Otero y Antón Piñeiro fueron recibidos por el alcalde tras lograr reconocimientos educativos

31 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Son compañeros de instituto y ayer compartieron recepción oficial. Fue la que les brindó el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, y la concejala de Educación, Carme Fouces, por sus recientes reconocimientos educativos. En el caso de Paloma Otero López consiguió el premio extraordinario de ESO al rendimiento académico autonómico y también el estatal, donde quedó en primer lugar. En los cuatro cursos de secundaria logró una media de 9,93. Lo que se valoró a la hora de distinguir a Antón Piñeiro Félix fue algo más importante que un currículo brillante, el esfuerzo y la superación personal, algo que le valió uno de los veinte premios que la Consellería de Educación concede en Galicia.

Los dos estudiantes de primero de bachillerato estuvieron acompañados por dos docentes del IES Gonzalo Torrente Ballester, María Jesús Ríos y Francisco Otero. Tanto el regidor como la concejala les dejaron todo el protagonismo a los chavales. Lores solo dijo una frase: «Estamos moi orgullosos deles e é un orgullo para a cidade. Queremos agradecerlles o seu traballo». Durante la comparecencia ante los medios, eso sí, no pudo evitar destacar que se trata de dos alumnos que estudian en un centro público.

Paloma Otero comparte sus estudios en el Torrente Ballester con los de música. Toca el violonchelo y el piano. Todavía no tiene claro qué carrera va a hacer. «Música ou algo relacionado coa bioloxía», comenta. Tanto ella como Antón Piñeiro hicieron gala de una modestia innata. En el caso de Paloma, deja claro que haber sido la mejor estudiante de ESO a nivel estatal no ha cambiado en nada su vida. «Eu vou seguir estudando igual. O único que cambiou é que me paran os profes polo pasillo», apunta.

Esta joven atribuye su éxito académico a la organización. Para ella ese es el secreto. ¿Tuvo que renunciar a muchas cosas para tener ese expediente? «¿Renuncias? Quizais teño menos tempo libre. Normalmente levo os estudos ao día, a clave é a organización e algo de sacrificio porque os estudos están antes que o ocio», admite.

Por el momento, Paloma no recibió ninguna llamada de prestigiosas universidades. Tiene todavía un año por delante. No obstante, el profesor Francisco Otero desveló que está invitada a un tour por universidades.

Optimista

La misma modestia de Paloma la tiene Antón. «Pouca cousa teño que contar, moito esforzo non fixen», afirma. A pesar de lo que le dice la concejala y sus profesores, él insiste: «Moito non me esforcei e iso tivo consecuencias negativas». ¿Algún suspenso? «Bastantes», asegura. María Jesús Ríos interviene para reivindicar la lucha de Antón. «Non é verdade. Pasou toda a ESO indo a Coímbra primeiro e despois a Santiago para o tratamento da súa enfermidade, perdía un día de clase e tiña que retomar os deberes», expuso. Allí recibía un tratamiento experimental. Ahora también hace hidroterapia.

La docente aludió sin citarlo a la enfermedad de Morquio que padece Antón, una dolencia degenerativa que no ha logrado disminuir su positivismo y su retranca gallega. A este alumno de primero de bachillerato le gustaría estudiar Ingeniería Informática para ser programador. ¿Por qué? «Basicamente polos videoxogos». ¿Y eres bueno jugando?», se le pregunta. «Iso depende de con quen me compares».

Antón sí tiene claro que cada día es un triunfo. Lo decía en diciembre a La Voz. «Yo pienso qué voy a hacer mañana, no más allá. El primer paso para alcanzar un objetivo es tener una mentalidad positiva». A él le sobra.