La policía acude a un instituto tras un incidente entre dirección y alumnos

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CEDIDA

Se impidió a los de 2º de bachillerato acceder a las aulas tras una noche de fiesta

27 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Una fiesta de graduación que acabó en incidente en un centro educativo. Fue lo que ocurrió ayer por la mañana en el IES A Xunqueira II de Pontevedra. Un grupo de alumnos de 2º de bachillerato, que habían tenido fuertes discrepancias con la dirección del centro por la organización de su acto de graduación, se presentaron bien temprano en el instituto para cumplir con lo que es una tradición. La de despedirse de sus compañeros y de algunos profesores después de seis años, ya que para ellos las clases han terminado.

Lo que ocurrió no fue una sorpresa, según indicaron a La Voz fuentes consultadas dentro de la comunidad educativa. Estaba cantado. La dirección del instituto instó hace semanas a los estudiantes a organizar su fiesta un viernes -al día siguiente no hay clase y se zanja así la controversia- y no un jueves, como es norma no escrita. Lo que el equipo que encabeza Juan Carlos Pérez quería evitar era precisamente que los alumnos accedieran a las aulas tras una noche de celebración. El motivo, que algún año hubo «algún problema» y que esa presencia puede alterar el «normal desarrollo» de las clases la haber voces y ruidos.

La postura de la dirección no sentó bien a los estudiantes, que recabaron el apoyo de algunos docentes y también de la Asociación de Nais e Pais de Alumnos (ANPA). Aunque hubo intentos de mediación y de llegar a una solución consensuada, al final no fue posible, comentó el presidente de la ANPA, José Rabuñal. «No justificamos que vayan si hay desórdenos o vandalismo, pero los chicos acudieron de forma pacífica», apuntó.

Los estudiantes no solo mantuvieron la fecha del acto de graduación en jueves, sino que se buscaron un lugar alternativo al instituto para celebrarlo: la Escola de Forestais. Con esa tensión, al conflicto solo le quedaba que estallara. Un grupo de alumnos de 2º de bachillerato se presentaron en el centro antes del inicio de las clases, que es a las 8.30 horas. Como llovía en el exterior, se les dejó entrar, según la dirección, pero se les aclaró que no podían acceder a las aulas -se cerraron además las puertas de acceso a esa zona-. Sí podían moverse por el hall y la cafetería. La primera reacción de los jóvenes fue una sentada de protesta.

El follón se produjo al sonar el timbre, acabada la primera clase, cuando alumnos de otros cursos y algunos docentes se enteraron de lo que estaba pasando y se negaron a volver a las aulas. Se saturaron las escaleras, la tensión fue subiendo y Juan Carlos Pérez optó por llamar a la Policía Local y a la Nacional. Según la Policía Local, el aviso se recibió a las 9.24 y se argumentó que un grupo numeroso de alumnos estaba alterando el orden. Los agentes accedieron al centro, pero no tuvieron que desalojar a los de 2º de bachillerato del instituto. No hizo falta porque se fueron ellos mismos. Pacíficamente como habían llegado.

A pesar de los rumores que circularon por las redes sociales, no se produjo la dimisión del vicedirector ni se abrió expediente a dos profesoras. Al menos eso asegura el director del centro. El único daño material fue que venció la cerradura de una puerta.