La parcela para esparcir cenizas contará con mil columbarios

c. b. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

CAPOTILLO

El Concello avanza con los arquitectos en el diseño del proyecto para el cementerio de San Mauro

24 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Voltar á terra. Es el nombre del proyecto que el Concello de Pontevedra anunció el pasado verano. La iniciativa consiste en habilitar una parcela en el cementerio de San Mauro para que los vecinos puedan espacir y colocar las cenizas de sus seres queridos. El equipo de gobierno, a través de la concejalía de Cemiterios, trabaja estos días en la concreción del futuro servicio. La intención es que se pueda ejecutar antes del 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos.

En concreto, la concejala Carmen Fouces (BNG) mantuvo el lunes una reunión con los arquitectos municipales y el arquitecto encargado de redactar el proyecto, Rogelio Carballo, para ir avanzando en su diseño. Si se cumplen los plazos anunciados, se presentará en unas tres semanas. La iniciativa Voltar á terra se materializará en la parcela sin uso del cementerio municipal de San Mauro, que tiene una extensión de unos 5.800 metros cuadrados. Según trascendió ayer, en ese espacio está prevista la construcción de unos mil columbarios, unos en tierra y otros en columna, además de una pequeña construcción en la que las familias podrán hacer una ceremonia de despedida (religiosa o no) de sus seres queridos. En cada columbario se podrá inscribir una placa con la referencia del fallecido, dando a la familia la posibilidad de dejar las cenizas o bien la urna en la que se encuentran esos restos.

Además, está previsto que se habilite un espacio de pradería donde habrá plantas aromáticas, especialmente lavanda. En esta zona los allegados de los fallecidos también podrán esparcir las cenizas si lo desean.

Fouces hizo hincapié ayer en que el Concello decidió impulsar este proyecto teniendo en cuenta las peticiones que se reciben en los últimos años sobre enterramientos. Unas solicitudes que cada vez más demandan espacios para colocar o arrojar las cenizas. El uso de esa parcela para este fin se considera idóneo, «dado que existen bastantes nichos construídos para satisfacer a demanda dos vindeiros anos».

El Ayuntamiento había ofrecido los primeros detalles del futuro servicio funerario en octubre. Coincidió en plena controversia después de que la Iglesia católica hubiera afirmado que negaría el funeral religioso a una persona fallecida si su familia optaba por guardar sus cenizas en casa o esparcirlas en algún lugar. Desde el Concello se argumentó entonces que la parcela en cuestión está dentro de un camposanto y que se busca dar una alternativa más a los ciudadanos que optan por la incineración.