Historia viva de la Guardia Civil

Alfredo López Penide
LóPez Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Fundado hace 173 años, el instituto armado rindió homenaje a un agente jubilado que ha cumplido los 94

13 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando José López Somozas daba sus primeros pasos, la Guardia Civil no había cumplido ni ochenta años de existencia. Ayer, en la conmemoración del 173 aniversario del instituto armado, la Comandancia de Pontevedra rindió un cálido homenaje a este agente que a sus 94 años, claro está, disfruta de la jubilación.

Acompañado de su hija y de otros allegados, quien es historia viva de la Benemérita fue agasajado con un placa conmemorativa y, lo que tal vez es más importante, el cariño de todos los que ayer asistieron a este acto,

López Somozas, en todo caso, no fue el único homenajeado en esta cita. Así, también se rindió tributo a José González González, agente en la reserva, mientras que otros diecisiete, no todos miembros del instituto armado, fueron condecorados. Fue ahí cuando se vivió otro de los momentos emotivos de la jornada. El coronel Miguel Estévez Lara tendría que haber sido, como máximo responsable del cuerpo, la persona encargada de imponer la cruz al capitán de corbeta Enrique García González, comandante naval del Miño, si bien optó por cederle este honor al hermano del condecorado, cabo primero de la Guardia Civil.

En su intervención, el coronel Estévez Lar recordó que el instituto armado es «la única institución creada en el siglo XIX que perdura en el siglo XXI», mientras que la subdelegada del Gobierno, Ana Ortiz, aludió a que es la «la institución más querida y respetada por los españoles, junto con la Policía Nacional». En este punto, destacó «el altísimo nivel de preparación de sus efectivos y un desarrollo tecnológico y científico de primera categoría».

Fundada en 1844 por el duque de Ahumada, en tiempos de Isabel II, la Guardia Civil refrendó ayer «la vigencia de los valores y los principios sobre los que asienta la institución», en palabras de Estévez Lara. Entre otros se caracteriza por «una gran vocación de servicio», así como por su «permanente lealtad al poder legalmente constituido».