Después del varapalo de la derrota encajada en el campo del Somozas, el Pontevedra regresó ayer al trabajo con una sesión de recuperación que tuvo lugar en el campo de Príncipe Felipe, ya con la vista puesta en el próximo partido frente al Coruxo. Para este encuentro, tal como informó ayer el club, el equipo granate regresa a su horario habitual como local, el domingo a las 17 horas, después de jugar su último partido en casa, ante la Cultural Leonesa, en sábado a las ocho de la tarde.
El partido ante el equipo vigués, que ocupa actualmente la octava plaza con 45 puntos, será el último que dispute el Pontevedra frente a equipos de la zona media-alta de la tabla ya que, tras este, en los tres restantes se medirá a conjuntos inmersos en la lucha por eludir el descenso o que, en función de cómo avance la liga, alguno de ellos podría estar ya desahuciado. En el caso del Coruxo, el equipo de Rafa Sáez, que regresará a la que fue su casa, se encuentra todavía inmerso en la pelea por finalizar en una plaza que le dé derecho el próximo curso a disputar la Copa del Rey. Por tanto, el equipo verde llegará a Pasarón con la necesidad de sumar en pos de su objetivo.
A continuación, el Pontevedra visitará a un Boiro que ocupa provisionalmente la antepenúltima posición, aunque pase lo que pase este fin de semana mantendrá opciones de salvación. Y las dos últimas jornadas para los granates serán ante una Arandina que es actualmente penúltima y podría llegar a Pasarón ya descendida y un Caudal que ocupa ahora el puesto de promoción por la permanencia.