Vuelven las ideas para erradicar el feísmo de la zona de A Peregrina
PONTEVEDRA CIUDAD
El Concello no descarta la opción de una intervención artística si Patrimonio lo autoriza y los propietarios lo apoyan
01 mar 2020 . Actualizado a las 20:20 h.Es un proyecto que lleva en cartera muchos años y ayer volvió al foco de la actualidad. El concejal de Obras de Pontevedra, Luís Bará (BNG), afirmó que el Concello no descarta la posibilidad de resolver el problema estético de las medianeras de A Peregrina con una invervención artística. Dejó claro, eso sí, que habría que contar para ello con autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta y el consenso de la comunidad de propietarios de los edificios afectados. «Podería ser unha opción non moi custosa e artisticamente vistosa» para mejorar el entorno del santuario en la zona más próxima a Benito Corbal.
El Ayuntamiento recurrió recientemente a intervenciones artísticas para restaurar el palomar del parque de las Palmeras y baraja esta alternativa para otros espacios como el parque de Amalia Álvarez. El edil hizo hincapié en que cuando no son propiedades públicas que dependen del Ayuntamiento los trámites son más complejos.
Combatir el feísmo en el entorno de A Peregrina fue una de las prioridades municipales cuando el BNG ya estaba en el gobierno de la Administración local. Fue en uno de los pactos con el PSOE, cuando los socialistas gestionaban la concejalía de Urbanismo. En concreto, en el año 2010 la entonces concejala Teresa Casal impulsó un concurso de ideas para mejorar el entorno del santuario. La búsqueda de una solución para adecentar esas medianeras y traseras ya estaba reflejada en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Pontevedra, que data de 1989. En concreto, contemplaba la redacción de un plan especial específico.
A aquella convocatoria de ideas se presentaron un total de 36 propuestas. Un jurado formado entre otros por cinco arquitectos fue el encargado de elegir el mejor diseño y los finalistas. El dictamen se conoció a mediados de noviembre del 2010. Entonces primó la opinión de los técnicos, pero también se tuvieron en cuenta las preferencias de los vecinos afectados.
¿Y quién ganó aquel concurso y qué pasó con aquella propuesta? Un telón de listones de madera de pino dispuestos en horizontal, obra de los arquitectos madrileños Elio García y hermanos Javier y Carlos Rodríguez Alcoba, fue la mejor para el jurado. De ahí tendría que haber salido un anteproyecto, como paso previo al proyecto de ejecución.
El proyecto se denominó Camaleón. Consistía en instalar un entramado de listones de madera de pino gallego dispuestos en horizontal, que cubriría esas paredes de forma más opaca donde no hay ventanas y de forma más abierta donde sí las hay para mantener la luz y las vistas. Para el jurado aquella propuesta no competía con la silueta de la Peregrina, sino que contribuía incluso a realzarla. El proyecto fue «aparcado» con la excusa de la crisis económica. Cubrir las medianeras con madera iba a costar algo más de 450.000 euros. El tijeretazo abortó su ejecución, que no se volvió a retomar.
El feísmo de las medianeras. La imagen que ofrecen hoy las traseras y medianeras que rodean al santuario de A Peregrina no contribuye a realzar un punto emblemático de la ciudad. foto capotillo
Propuesta ganadora. La idea de Elio García, Javier y Carlos Rodríguez Alcoba ganó el concurso de ideas convocado por el Concello en el 2010. Su propuesta a base de madera se llamó Camaleón.
Segundo premio. Cubrir las medianeras y las fachadas altas de vidrios de perfiles irregulares en los que se refleja el santuario fue el diseño del estudio Olalquiaga, denominado Espellismo.
Accésit. Una red de nebulizadores de agua capaces de fabricar niebla a intervalos hace desaparecer las medianeras. Fue la propuesta de Guadalupe Hernández, Carlos Ruiz y Diego García-Setién.
Accésit. Para disminuir el impacto de las traseras el arquitecto Cipriano Nerga, de Cangas, propuso fraccionar la gran superficie que ocupan con diferentes fachadas. Consiguió un accésit.
Accésit. La introducción de la naturaleza en las fachadas fue la apuesta de los arquitectos de A Coruña Jorge Rodríguez, María Paz Sangiao y Miguel Isla. Se llamó Ivy 1010 y logró un accésit.