El buen tiempo anima a vecinos y visitantes a pasear por Silgar y, a los más osados, a zambullirse en la ría
23 feb 2017 . Actualizado a las 10:42 h.Con una sensación térmica más propia de mayo que de febrero -25 grados-, Silgar se va desperezando poco a poco de un invierno inusual y seco, atrayendo a los primeros visitantes que, con silla y toalla, bajan al arenal a pasar el día. La playa mantiene su perfil de invierno, pero desde hace días ya se pueden ver, aquí y allá, sombrillas y gente paseando y a los más atrevidos zambulléndose en la ría.
Marcos Rosendo y Carmen Escariz, de 19 y 18 años y de A Estrada, están entre ese grupo de osados a los que febrero no aleja del mar. «Queríamos ir a una playa y acabamos aquí», explica Carmen. Este es su primer baño del año. Dicho y hecho, se sumergió al poco tiempo de entrar en el agua para bromear después: «Está un poco fría, pero bien». Marcos duda algo más, pero también se zambulló. Este primer baño no duró mucho, pero sí lo suficiente como para poder regresar a Pontevedra, donde viven durante el curso escolar, y animar a sus amigos a hacerlo también.
Conchi Bastida y Ramón González son asturianos. «Es un tesoro lo que tienen aquí», precisa ella, tumbada sobre una toalla. No se atreven a bañarse, pero sostienen que este febrero es magnífico. «Hay días del verano que el tiempo está peor», remacha Ramón.
Purificación Fernández, de Lalín, pasea con una amiga con el agua a la altura de los tobillos. «La temperatura de estos días está siendo muy agradable, esta mañana es espléndida». En otra parte de la playa, un grupo de amigos es una foto segura en cuanto sale el sol. Siempre están en Silgar, sin importar el mes. «El día es fenomenal, pero el agua está un pelín fría», afirma María García.
No todos ven este tiempo como extraordinario. «En febrero siempre ha hecho algunos días buenos», añade una vecina que prefiere el anonimato. En una cosa coinciden todos. Sea normal o no la temperatura, Silgar con sol bien merece un paseo.