Agentes de la Policía Local de Pontevedra recorren la ciudad para intentar convencer a las personas sin hogar de que se refugien en albergues
18 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Los agentes de la Policía Local de Pontevedra tenían previsto hacer ayer por la noche una ronda poco habitual. Recorrerían la ciudad, sí, pero con intención de localizar a varias personas. Saben sus nombres y dónde están. Y, por supuesto, cuántos son: dieciséis. Todos ellos están repartidos por diferentes rincones de la Boa Vila con un elemento en común. Allí nadie les obliga a cumplir normas. No tienen que presentarse a una hora concreta, ni tienen que regirse por unas exigencias de comportamiento e higiene.
Eso es lo que echa atrás a algunas de las personas sin hogar de Pontevedra a la hora de acudir a alguno de los albergues que hay en Pontevedra. Aunque hay más razones. Pero, en cualquier caso, el objetivo de la visita que les iban a hacer anoche los agentes municipales era intentar convencerles de que dejasen a un lado sus prejuicios durante unos días y esquiven la ola de frío que se le ha echado encima a la Boa Vila refugiándose por las noches en los centros regentados por Cáritas y San Vicente de Paul.
Al igual que ya hizo el Concello de Pontevedra hace unas semanas, a quienes, a pesar de las gélidas temperaturas que se esperan, opten por permanecer en la calle, les suministrará, en caso de que lo necesiten, uno de los packs de material de calor (que incluye sacos, calzoncillos, calcetines, camisetas y vasos térmicos, entre otras cosas).
De esta forma anunciaba ayer el Ayuntamiento que el protocolo de frío está listo para entrar en funcionamiento tan pronto las plazas de los albergues se cubran (el de Cáritas solo tiene ocupadas la mitad de sus veinte camas), y sea necesario desviar a las personas sin hogar a alguno de los hostales con los que mantienen un acuerdo.