Pontevedra ampliará el número de plazas de aparcamiento de servicios

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Capotillo

La idea es casi duplicar en este mandato las zonas habilitadas de «15 minutos»

15 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Llegar al casco urbano en coche, estacionar gratis un máximo de 15 minutos (con cierto margen), hacer un recado y marcharse. Ese es el espíritu de las plazas de estacionamiento de servicios -pintadas en amarillo y que no hay que confundir con las de carga y descarga, que son de uso exclusivo para profesionales-, que el Concello de Pontevedra comenzó a implantar hace unos años como alternativa para aparcar en el centro.

El sistema se destinó en un principio al entorno de los colegios y de los centros de salud, y poco a poco ha ido extendiéndose a otras zonas del centro urbano con el fin de favorecer la actividad comercial y de ofrecer una alternativa para un aparcamiento rápido y gratuito. Hoy son entre 800 y mil las plazas de servicios existentes en todo el ámbito urbano, pero el Concello quiere seguir extendiendo el modelo a otras zonas. El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), aspira a que en lo que resta de mandato se llegue a duplicar el número de plazas habilitadas para servicios en la ciudad.

Los cálculos del Concello son sencillos. Cada plaza de servicios puede ser ocupada por cuatro coches en una hora, diez horas al día. Si hay mil plazas y aunque fuera la mitad del uso (dos coches a la hora), en un día podría haber una rotación de veinte mil vehículos diarios. Algo impensable si se trata de estacionamiento libre, sin límite horario.

A modo de ejemplo, el Concello pone el caso de la plaza de Barcelos, donde antes de la reforma que se llevó a cabo el año pasado había 170 plazas de aparcamiento libres, que apenas tenían rotación en todo el día, lo que no impedía que el tráfico colapsara la zona al dar vueltas y vueltas los conductores buscando que algún sitio quedara libre. Desde la Policía Local se llegó a controlar a través de las cámaras a algún vehículo que dio vueltas a la plaza durante más de 45 minutos.

El cálculo de los responsables de Tráfico es que en la plaza de Barcelos aparcaban apenas 340 vehículos al día, ya que normalmente el que llegaba por la mañana dejaba el coche todo el día y apenas había una rotación diaria por plaza. Con el sistema de aparcamiento de servicios, pueden legar a aparcar en la plaza 2.160 vehículos cada día. Y se evita, subrayan desde el gobierno local, ese tráfico cautivo que colapsa la ciudad buscando dónde aparcar.

Aunque parezca que toda la ciudad es una gran zona amarilla, los datos oficiales apuntan a que sigue habiendo grandes bolsas de estacionamiento libre. Es más, el cálculo que se hace desde el Concello es que apenas una de cada ocho plazas de estacionamiento en el casco urbano es de uso restringido, ya sea por horario -en el caso de las plazas de servicios- o de uso exclusivo para profesionales -las de carga y descarga-. Pero hay en torno a siete mil plazas distribuidas en vías públicas en toda la ciudad que carecen de limitación. Son buena parte de esas las que se pretende convertir en zonas de servicios a lo largo de este mandato, pero seguirá habiendo otras que no. En el entorno de la plaza de Galicia, Tafisa, avenida de Buenos Aires, Orillamar, Juan Carlos I, Eduardo Pondal, Valdecorvos... Solo hay que buscarlas.

En la plaza de Barcelos se pasó

de aparcar 340 coches al día a poder hacerlo 2.160