Un cómic de Astérix como mediación

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

RAMON LEIRO

El CEIP Praza de Barcelos se suma este curso a la iniciativa internacional del plan Druida para formar a alumnos, maestros y padres en la resolución de conflictos

12 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Un encuentro que tuvo lugar el pasado verano en Santiago con la mediadora Raquel Castillejo, del Centro Integral de Análise e Resolución de Conflitos de la USC (Ciarcus), está en el origen de la iniciativa internacional que el CEIP Praza de Barcelos de Pontevedra va a desarrollar este curso. Se trata del proyecto Druida de mediación educativa, que impulsan el Foro Internacional de Mediadores Profesionales (Fimep) y la Universidad Loyola de Andalucía.

El proyecto se denomina Druida por su vinculación con el cómic de Astérix y Obélix creado por René Goscinny y Albert Uderzo. El druida, la pócima mágica, Panorámix, la aldea o el caldero -personajes y elementos del cómic- se trasladan a través de talleres al ámbito educativo con un objetivo: desarrollar capacidades para resolver conflictos de forma pacífica.

El equipo directivo del CEIP Praza de Barcelos se hace dos preguntas: «¿Verdaderamente enseñamos a nuestros niños a afrontar una toma de decisión?» y «¿Estamos poniendo a su disposición todos los recursos posibles para el tratamiento de sus conflictos?». Creen que el margen de maniobra es mucho y de ahí su apuesta por el proyecto Druida. Aunque el trabajo directo se realizará con alumnos de tres cursos -6º de educación infantil y 3º y 5º de primaria-, la dirección quiere implicar a la comunidad educativa al completo, incluyendo a profesores y padres.

Para explicar qué es y cómo se aplicará el método Druida se han programado charlas para docentes y padres. Las primeras serán el próximo martes, 15 de noviembre, a las 16 horas para profesores, y a las 18 horas para progenitores. La charla para los padres, que será en la biblioteca del colegio, se repetirá el 29 de noviembre a la misma hora.

En la Universidad Loyola explican que los técnicos que participan en el proyecto se identifican con la figura del druida. La mediación (la poción mágica) es algo que tiene que ser conocido por todos y difundido por parte de los mediadores profesionales a los denominados mediadores naturales (los alumnos). Esa poción mágica consiste en la capacidad de resolución pacífica de conflictos.

El proyecto de mediación educativa se articula en torno a talleres. El que está dirigido al equipo docente se denomina «Panorámix». Empatía, asertividad, comunicación, diálogo, escucha o comprensión son elementos naturales que debe tener y poner en práctica el maestro. Pero también habrá talleres para alumnos y padres. El dirigido a los escolares se llama «Aldea». Lo que se busca es que aprendan estrategias, habilidades y técnicas para gestionar, entre iguales, sus propios conflictos. El círculo se cierra con el taller de padres, para el que se eligió el nombre de «Caldero». La familia es la que contiene todos los componentes, se justifica en el proyecto. Ahí se vierten los valores, las estrategias para la vida, los principios y es la base «donde la poción madurará».

El calendario que maneja el equipo directivo del centro es que el primer trimestre del curso se dedique a una campaña de sensibilización y divulgación dirigida a la comunidad educativa. También pretenden invitar a la Xefatura Territorial de Educación, la Xefatura de la Policía Local de Pontevedra, la concejalía de Educación y la Inspección Educativa. «Es un proyecto piloto que queremos consolidar en el centro», dicen.