Un año de cárcel por vender las joyas sustraídas en una casa de Pontevedra

Alfredo López Penide
L. penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

La Justicia desconoce al autor del robo, pero juzgó a la vecina que las recepcionó

22 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La Justicia desconoce aún la identidad de la persona que el 24 de febrero del 2015 desvalijó una vivienda del centro de Pontevedra, pero tiene claro quién colaboró con el ladrón a la hora de poner en circulación las joyas robadas. De este modo, una vecina de la capital provincial ha sido condenada a un año de prisión como autora de un delito de receptación.

Aquel día, los amigos de lo ajeno accedieron al interior del inmueble tras violentar la ventana del cuarto de baño. Una vez dentro, se apoderaron de una serie de objetos, entre los que se encontraban varias piezas de joyería.

Conociendo el origen ilícito de estos objetos, ese mismo día la pontevedresa se desplazó hasta un negocio de compraventa de oro para deshacerse de un pendiente, una pulsera y una esclava que el propietario de la vivienda denunció como sustraídas y que, finalmente, pudo recuperar. La ahora condenada apenas consiguió doscientos euros por unas piezas que le han supuesto una condena de un año de cárcel.

La acusada intentó hacer valer la tesis de que desconocía que las joyas habían sido robadas -se limitó a señalar que las había vendido por encargo de una tercera persona que le dio veinte euros-. Frente a esta tesis, los magistrados consideran que o conocía el origen ilícito de las mismas o, al menos, lo sospechaba. Argumentan que, ante el juez instructor no saber nada de lo ocurrido cuando «lo cierto [es] que existe un contrato en el que ella aparece como vendedora de las joyas (...). Negó su venta porque conocía su procedencia de una sustracción».