El Pontevedra, en el podio de 2ªB

manu otero PONTEVEDRA / LA VOZ

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CAPOTILLO

Los granates son el segundo equipo con más temporadas en la división de bronce

21 oct 2016 . Actualizado a las 12:24 h.

Atrapados en Segunda B. Podría ser el título de una película de terror protagonizada por el Pontevedra que, desde la creación de la categoría de bronce en el año 1977, acumula treinta y una temporadas intentando regresar al fútbol profesional, solo superado por otro histórico del fútbol de bronce, la Cultural Leonesa.

El cuadro granate debutó en la recién creada división de bronce en la temporada 77-78, tras su descenso desde Segunda División y con la que iniciaría una de sus numerosas épocas oscuras. Los de Pasarón cayeron hasta Tercera División a principios de los ochenta y de allí les costó salir pese al dominio exhibido en el fútbol gallego. Sin embargo, el paso atrás le sirvió a los granates para tomar carrerilla y protagonizar uno de sus momentos históricos más recordados. El regreso a la Segunda B tras la remontada al Mensajero con un cinco a cero en Pasarón y el ascenso ante el Éibar en otra tarde de gloria en el templo de Pasarón en el que el Pontevedra supero el empate del partido de ida en Ipurúa.

Los granates regresaban a Segunda B para quedarse. Aunque en la naturaleza del club y de su afición siempre está mirar hacia arriba recordando con nostalgia los tiempos del Hai que Roelo, el Pontevedra iniciaba una época de veinte años ininterrumpidos en el fútbol de bronce que remataría en el 2004 con el ansiado y efímero regreso a Segunda. Mientras tanto, dos décadas de ilusiones y algún que otro susto que dejó al club al borde de la bancarrota a principios de los noventa.

Hasta que, con la entrada del nuevo siglo, se hizo una decidida apuesta por llevar al Pontevedra entre los grandes. Un equipo que encandiló desde el primer día a la afición, liderado por Jose Aurelio Gay en el banquillo y Tonino y Javi Rodríguez en el campo, hizo realidad el sueño de volver a la élite veintisiete años después.

Fue un paso fugaz, el Pontevedra tardó en cogerle el pulso a la categoría y cuando trató de reaccionar era tarde y acabó cayendo de nuevo al pozo. Regresar de inmediato a Segunda se convirtió en una obsesión. Año tras año, el Pontevedra se quedó a las puertas del ascenso y siguió sumando temporadas en Segunda B hasta que todo saltó por los aires y acabó arruinado en Tercera División.

Salir de allí costó cuatro años. El tiempo en que tardó en aparecer Lupe Murillo y Luisito para poner cordura en un club que vuelve a ilusionar a su afición con regresar a Segunda con un «crecimiento sostenible», repiten siempre en las oficinas de Pasarón.

Treinta y un años de campos embarrados, hierba artificial, desplazamientos en autobús por toda la geografía nacional, numerosas visitas a las Islas Canarias y centenares de jugadores que vistieron la camiseta granate. Con algunos que consiguieron dejar una profunda huella.

Entre todos, con 1448 goles en 31 años, colocaron al Pontevedra en lo más alto de la clasificación histórica de la Segunda B. Rivalizando con otros equipos de historia paralela a la granate. Barakaldo, Cultural Leonesa y Jaén están por delante del Pontevedra en lo que a puntos se refiere. Porque en intentos de abandonar el pozo de bronce pocas escuadras hay que puedan hacer sombra al Pontevedra que, desde el año 2001 hasta el 2011, temporada en la que cayó a Tercera División, los granates disputaron siete fases de ascenso en la que solo hubo premio una vez.