Los fondos europeos facilitarán los nuevos usos en la plaza de abastos

Serxio Barral Álvarez
Serxio barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Una de las partidas es para crear un espacio lúdico-gastronómico en la planta superior

16 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La concesión de diez millones de euros de fondos europeos al Concello de Pontevedra permitirán acometer una veintena de proyectos que contribuirán a cambiar la ciudad. Uno de los espacios que se verán directamente afectados es el mercado de abastos de la calle Sierra, que vivirá en los próximos años una auténtica revolución tanto en la gestión como en los usos, ya que a la concesión de la ayuda europea se une el nuevo reglamento cuya aprobación entró ya en sus últimas fases.

En su candidatura a los fondos europeos, el Concello de Pontevedra incluyó dos proyectos que tienen como objetivo dinamizar tanto el mercado como su entorno más inmediato. Suman en total algo más de 1,5 millones, aunque las partidas se verán reducidas pues la candidatura pontevedresa se valoró en 18,7 millones y finalmente se concedieron diez (más dos que aportarán las arcas municipales).

La que afecta directamente al mercado es una partida de 870.000 euros para llevar a cabo un «plan de dinamización de la plaza de abastos» que prevé la habilitación en la planta superior de un «nuevo espacio lúdico gastronómico» ya bautizado como Food Lab Market. Se trata de reconvertir totalmente la planta primera, hoy absolutamente infrautilizada. El nuevo reglamento contempla la posibilidad de permitir nuevos usos en esta planta, y la idea es bajar los escasos puestos que siguen abiertos para dejar sitio a otras actividades. En principio, según el concejal responsable del área, Vicente García Legísima (BNG), no habrá demasiada dificultad para trasladar los puestos de frutas y las tiendas de ultramarinos. Más complicado sería el traslado de los dos bares que hay en la planta superior, aunque su presencia allí es compatible con el proyecto de futuro que baraja el Concello. La intención es crear en la planta superior un nuevo espacio en el que se desarrollarían actividades de innovación gastronómica, divulgativas y formativas.

El Concello ya comenzó a planificar ese nuevo uso para la planta superior y tiene previsto llevar a cabo una obra para habilitar una entrada independiente. Esto facilitaría el uso del piso de arriba por las tardes, cuando no hay actividad en la planta baja. Además, también se trabaja en el traslado de la lonja, que pese a su escasa actividad ocupa uno de los mejores lugares del edificio, en el ventanal que da al río. Se quiere trasladar a un lateral de la planta baja y dejar su ubicación libre para otros usos.

Mercado de nuevos creadores

El segundo proyecto que se incluyó en la candidatura a los fondos europeos es el de un «mercado de nuevos creadores» que se quiere habilitar en locales comerciales vacíos que hay en la propia calle Sierra, tanto en los bajos de la plaza de abastos como en otros inmuebles de la zona.. La iniciativa se presupuestó en 700.000 euros, y está concebida para dinamizar tanto la plaza de abastos como la zona monumental en general. Dicho mercado de nuevos creadores dará cabida a arte, artesanía, diseño y moda, aprovechando el tirón de estudios universitarios que se imparten en Pontevedra.

Una vez confirmada la concesión de los fondos europeos, el Concello trabaja ya en la reprogramación de los proyectos para ajustarlos a los diez millones de euros en lugar de 18. En principio la intención es no renunciar a ninguna de las propuestas, pero se ajustarán los presupuestos.

El cambio de reglamento permitirá alquilar puestos y ampliar las actividades

El Concello está ultimando la tramitación el nuevo reglamento del mercado, que prevé importantes cambios. Además de abrir la puerta a nuevos usos en la planta superior -siempre que no supongan competencia a la actividad de venta de productos frescos que se desarrolla en la planta baja-, el más notable es que el Concello alquilar los puestos que no están siendo explotados en régimen de concesión. Pese a los intentos que se han llevado por adjudicar los puestos vacíos (más de un centenar entre las dos plantas), no ha habido interés en las subastas que se celebraron. Por ello se ofrecerán esos espacios con contratos de alquiler de dos a cuatro años, a emprendedores que quieran montar un puesto en el mercado y después asumir una concesión tradicional (25 o 50 años) si su actividad tiene éxito.