Un 25 % de los menús escolares son especiales por dietas e intolerancias

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

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En Pontevedra se sirven, en un día, hasta 30 recetas distintas de una misma comida

02 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Yo diría que hoy por hoy es casi imposible encontrar una clase en la que no haya algún niño con alguna intolerancia alimentaria». La frase la pronuncia una profesora de educación primaria de Pontevedra. Quizás exagere. O no. Porque los datos que aporta Arume, la empresa que prepara los menús de los comedores para 19 colegios de Pontevedra y alguno de la comarca, como el de Placeres, en Marín, son más que elocuentes. Sirven alrededor de mil comidas al día. De ellas, un 25% son especiales a cuenta de intolerancias, alergias, dietas o incluso por cuestiones religiosas. Es decir, uno de cada cuatro niños no come el menú estándar. Eso obliga a bregarse a fondo en la cocina. En un mismo día, se sacan a los comedores hasta 30 recetas distintas. Eso sí, en la medida de lo posible, se intenta que sean todas variaciones de una misma comida o de platos similares para evitar desigualdades entre los pequeños.

Inés Barciela es la dietista que confecciona los menús de Arume. Ella explica que hay unos 16 menús especiales por intolerancias bastante comunes en los pequeños. «En ese caso entran los niños celíacos, los que tienen intolerancia al huevo, a la lactosa, al pescado, a la proteína de la leche u otros alimentos», indica. Pero luego hay otros 16 menús desiguales también. ¿A qué responden? «Son platos aún más especiales, en los que igual se combinan dos alergias o intolerancias distintas, o tienen que ver con que un niño no pueda comer fructosa, al almidón de la patata o tenga alergia a un único alimento, como puede ser el kiwi o las lentejas. En esta categoría también entran dietas bajas en colesterol, o que tienen que ser hipocalóricas. En estos casos, por ejemplo, si los demás niños comen pollo al chilindrón pues para ellos se lo hacemos con una salsa más ligera», añade Barciela.

Respeto a las religiones

Por último, también están los menús que son distintos no por cuestión de una dieta, sino por motivos religiosos. Se elaboran, por ejemplo, para críos musulmanes. En algunos casos se elimina solamente la carne de cerdo y, en otros, todo tipo de productos cárnicos. Y, acompañando a todos estos casos, también hay un convenio firmado entre la Fanpa y Anedia para los menús de los niños con diabetes. Lo que se hace es darles la comida estándar pero pesada y adaptada a la necesidad de cada crío.

Todas estas variedades son las que hacen que, día tras día, la comida acabe apareciendo en la mesa de mil escolares con treinta variedades distintas. El porcentaje de menús especiales en Pontevedra es alto si se compara con el de otras zonas. En Vigo, la empresa que gestiona la comida de una treintena de comedores escolares, a los que acuden dos mil niños, solamente se sirven 140 menús especiales. Por tanto, la incidencia de las intolerancias, dietas y demás en Pontevedra es bastante más significativa.

¿Qué ocurre en los comedores que no gestiona la Fanpa, por ejemplo, en los de la Xunta, repartidos por colegios de toda la comarca pontevedresa? También hay sensibilidad con las intolerancias alimentarias. A través de un decreto, la consellería regula que «o menú será único para todos os usuarios do comedor escolar, agás nos casos de alumnos que padezan calquera tipo de intolerancia ou alerxia alimentaria, xustificada mediante certificado médico». De darse esta situación, añade, «o consello escolar de cada centro autorizará que se sirvan menús adaptados ás súas necesidades, ou, se é o caso, que lles faciliten os medios necesarios para a conservación e consumo de menús proporcionados polas familias».