El bloqueo económico de la oposición pone en evidencia la soledad del gobierno local

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

El frenazo a una modificación de crédito anticipa las dificultades que va a tener el BNG para aprobar el presupuesto

30 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El gobierno local del BNG recibió ayer un nuevo varapalo económico de la oposición al ver cómo PP, PSOE, Marea y Ciudadanos rechazaron una modificación de crédito por valor de algo más de un millón de euros. El montante más importante de la modificación rechazada eran los 781.000 euros que se iban a destinar a amortizar deuda.

Precisamente, la decisión de destinar esa partida, procedente del superávit del año pasado, a amortizar un préstamo y no a inversiones fue el detonante que llevó a toda la oposición a votar en contra. Solo el PSOE admitió que el sentido de su voto podría haber sido otro si el gobierno local lo hubiera negociado previamente.

Esta nueva pinza económica de la oposición -que hace unos meses ya obligó a eliminar una partida de más de 400.000 euros para la compra de composteros- dejó en evidencia la soledad del gobierno en minoría del BNG, incapaz de llegar a acuerdos con ninguno de los grupos por la simple razón de que tampoco los promueve. La situación vivida ayer en el pleno no fue más que un anticipo de lo que le puede esperar al gobierno local cuando toque aprobar el presupuesto municipal para el 2017. Algo similar a lo sucedido con el presupuesto de este año, que el BNG acabó sacando adelante gracias a que un concejal de la oposición causó baja por enfermedad en el pleno en el que se sometió el documento a aprobación.

Rescatar servicios

La sesión vivida ayer en el Teatro Principal también dejó otra pinza significativa al unirse toda la oposición para instar al gobierno local a «non renovar o contrato do servizo de lixo», que finaliza en junio del año próximo, y a presentar una propuesta «para a súa asunción polo propio Concello de xeito directo».

La propuesta la hizo Marea Pontevedra, cuyo portavoz, Luís Rei aludió a que el programa marco del BNG para las municipales promueve el rescate de los servicios en manos de concesionarias privadas. Desde el BNG, César Mosquera criticó que los cuatro grupos de la oposición vuelvan a unirse «para poñer freno aos planes de implantación da compostaxe» y aludió a «estudios» que apuntan a que asumir de forma directa la gestión de la recogida resultaría inviable para el Concello. Desde la oposición se criticó al concejal nacionalista por falta de rigor y se instó a que si realmente existen esos estudios actualizados, se faciliten al resto de grupos.

Marea también defendía una moción similar referida al contrato de abastecimiento de agua, que remata en marzo del año próximo y ya ha sido denunciado por el Concello para convocar un nuevo concurso. En este caso, el PP votó en contra debido a la elevada inversión que sería necesario asumir para completar la red pendiente en el rural.

Carme da Silva llama «fascista» a Rafael Domínguez

Pasada la campaña electoral, nada hacía prever que la crispación volviera a hacer acto de presencia en el pleno, pero así fue. Si en mayo fue César Mosquera (BNG) el que perdía los nervios ante las ofensivas de la oposición y acabó soltando un «¡mamarrachos!» que se escuchó en toda la sala, ayer fue su compañera Carme da Silva la que espetó un «ti es un fascista» al concejal del PP Rafael Domínguez. Este estaba lanzando un durísimo alegato contra la gestión económica del BNG, que llegó a acusar de tener una «actitud dictatorial». A petición del PP Da Silva retiró sus palabras, aunque matizando que «era unha descrición ideolóxica, non un insulto».

Por otro lado, se aprobó por unanimidad la moción del BNG para promover el uso del gallego en la corporación. Pese a ello, tres ediles del PP -Domínguez, Abeigón y Martín- hicieron todas sus intervenciones en castellano, y María Rey (Ciudadanos) empleó indistintamente ambas lenguas. Precisamente, Rey afeó que al BNG le preocupe que no se promueva el gallego pero desde el gobierno local se fomenten el «Pontevedra capital shopping», el «Pon-Up Store», el «Plan-On» o la «Pontevedra Film Comission». Y Luís Rei criticó que el plan de viabilidad para sacar a concurso las piscinas de Campolongo «sexan 81 páxinas escritas en castelán».