La matrícula en grados del campus es de las más baratas de España

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

La UVigo figura entre las que menos ingresa por alumno en el ámbito estatal

29 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Es cara la matrícula en los grados que se imparten en el campus de Pontevedra? La pregunta tiene trampa. Depende con qué se compare el precio -a pie de campo, los propios estudiantes se encargan de recordar que si se observa lo que aportan los pupilos en universidades de otros países europeos no sale asequible estudiar aquí-. Pero, en el ámbito de las universidades públicas españolas, estudiar en Pontevedra resulta barato. De hecho, la Universidade de Vigo, a la que pertenece el campus pontevedrés, es la segunda que menos ingresa de España en concepto de matrícula -tasas y precios públicos- por alumno. Recibe por estudiante una media de 998 euros, solo por detrás de la de A Coruña, que ingresa 855 y bastante lejos de la de Santiago, a la que cada alumno aporta una media de 1.739 euros, tal y como puede verse en el último informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo.

En realidad, es la Xunta de Galicia la que fija los precios de las matrículas y son iguales para las tres universidades gallegas. Lo que pasa es que no todos los grados cuestan igual, y que los que hay en Pontevedra son casi todos de los que tienen el precio más reducido -se pagan 591 euros por los 60 créditos del curso completo, sin contar en esa cantidad los gastos de gestión, que suman unos 30 euros por estudiante-. En el propio campus de Pontevedra puede observarse la diferencia. Un alumno de Publicidad y Relaciones Públicas o de Comunicación Audiovisual que se matricule del curso completo, 60 créditos, en primera convocatoria -las sucesivas son más caras- tendrá que pagar 591 euros mientras que uno de Bellas Artes o Fisioterapia debe aportar 835.

A pie de campus, los alumnos corroboran lo que dice el informe. «Yo este año no pude pedir la beca porque nos pasábamos de la renta unos euros... Y pagamos casi 700 euros para que estudie Educación Infantil aquí, en cambio mi hermano que está en Madrid y estudia Comunicación Audiovisual pagó unos 1.400 euros. La diferencia es enorme... Que se lo digan a mis padres», señala una pontevedresa. Varias compañeras de clase hablan en la misma línea: «Pagamos menos que otros», dicen.

«Somos griegas y allí para estudiar no se paga nada»

Kalonoira y María son dos estudiantes griegas que están de Erasmus en Pontevedra. Ella, de momento, solo tuvieron que pagar 29 euros a la Universidad, amén de libros u otro material. Pese a que la cantidad es pequeña, a ellas les parece excesivo: «Somos griegas y allí para estudiar no se paga nada. No nos lo esperábamos, la verdad. En nuestra universidad es todo totalmente gratuito, incluidos los libros». Van a intentar trabajar a la par de estudiar durante su estancia.

Kalonoira Tsantila y María Skoufou

Erasmus que cursan Educación Infantil

«Se non nos dan a beca estamos perdidos»

Dani Cormes, de O Grove, y Adán Cordeiro, de Cangas, aprobaron todo el curso pasado. Con las asignaturas resueltas, lo único que puede dejarles sin beca es la renta de sus padres. Ambos cruzan los dedos para cobrarla: «Se non nos dan a beca estamos perdidos, é de aí de onde che quitan os cartos para pagar a matrícula, agora non tivemos que pagala», enfatizan. Luego, hablan del esfuerzo económico que supone para sus familias que ellos vivan en la ciudad.

Dani Cormes y Adán Cordeiro

Alumnos de Comunicación Audiovisual

«No nos llamó la atención el precio, es asequible»

Lara Expósito y Lucía del Castillo

Estudiantes de Publicidad

Lara y Lucía del Castillo salían ayer, a media mañana, de una clase en la facultad de Ciencias Sociais. Ambas son de A Coruña y estudiantes de Publicidad y Relaciones públicas. Señalaron que no abonaron aún el coste de matrícula dado que pidieron beca y se espera a que saber si se la conceden o no para cobrarla -si la tienen ya se les descuenta de la misma-. «No nos llamó la atención el precio, es asequible», señaló Lara. Y su compañera le dio la razón.