El central desbloqueó el partido con un gol en una jugada a balón parado
28 sep 2016 . Actualizado a las 08:48 h.La nómina de goleadores del Pontevedra sumó ayer un nuevo nombre. El central Dani Portela estrenó su cuenta goleadora como granate en el momento en que su equipo más lo necesitaba. Al filo del descanso y ante un rival que amenazaba con atrincherarse en su propia área sin dar oportunidades a los de Luisito para perforar las redes visitantes. Pero Portela apareció como un ariete en el área pequeña para fusilar al fondo de la portería un remate de su ayer compañero en la retaguardia, Capi, que se había estrellado en el palo de la meta defendida por Andrés. «Estoy muy contento por el trabajo hecho por el equipo y mi primer gol», declaró el defensor ourensano.
Más que al instinto propio de un killer del área, atribuye Portela su gol a la suerte. «Mi puesto en el campo me permite subir en este tipo de jugadas y parecía que Capi la iba a meter pero el balón me cayó a mí», explica el central la forma en la que resolvió un barullo en el área pequeña tras un saque de esquina en los últimos segundos del primer tiempo.
Haber conseguido ese gol antes del intermedio fue vital para el Pontevedra, que pudo afrontar la segunda parte de partido con ventaja en el marcador y sin la presión del paso de los minutos y la ausencia de goles ante un Izarra que, incluso con el marcador en contra, renunció al juego de ataque. «Hicimos un buen partido, pero nos faltó eficacia y ese gol nos dio tranquilidad», resume el exjugador del Compostela los primeros 45 minutos de juego. También destacó el defensor granate la importancia que las jugadas a balón parado tienen en esta categoría. «En partidos en los que el rival se nos viene a cerrar, la estrategia nos permite abrir la lata», puntualiza.
Aunque el de ayer fue su primer gol en seis partidos de liga con la elástica granate, confía el central ourensano en que no sea el último y que su poderío aéreo, sobre todo en las jugadas a balón parado, sirvan al cuadro de Pasarón para conseguir más puntos y desatascar partidos como el del domingo ante el Izarra.
Ya demostró Dani Portela en sus anteriores equipos su facilidad para conseguir goles. En dos temporadas defendiendo la camiseta del Compostela consiguió cuatro tantos y en su anterior etapa en el Ourense, en el que estuvo cuatro cursos, consiguió tres goles. Unas cifras que el defensor está dispuesto a superar este año en las filas del Pontevedra.
No le está afectando al jugador su vendaje en la mano izquierda para hacerse dueño de uno de los puestos en el eje de la zaga lerezana. «Al acabar la temporada pasada me operé de una lesión en la muñeca y todavía no está curada de todo, por eso juego con protección desde el inicio de la temporada», explica Portela el motivo del vendaje azul que luce desde que se vistió por primera vez la camiseta del Pontevedra.
Tres partidos en ocho días
Sin tiempo para digerir el trabajado triunfo ante el Izarra, el Pontevedra piensa ya en su próximo partido. Será mañana en el Baltasar Pujales de Vigo ante el Rápido de Bouzas para disputar, a partido único, las semifinales de la fase autonómica de la Copa Federación y Portela se ofrece para seguir acumulando minutos. «La Copa ayuda a mantenerse en forma y estar atento para los partidos de liga», argumenta el ourensano al que le atrae esta competición.
No obstante, en el vestuario de Pasarón no apartan la vista del próximo encuentro liguero. Será el domingo ante el Racing de Ferrol y nuevamente en el feudo granate. Una oportunidad única para seguir subiendo en autoestima. «Ganar dos partidos seguidos en casa nos dará confianza para ganar fuera», asegura Portela que ve a su equipo muy fuerte cuando juega como local y que espera trasladar esa fortaleza lejos de Pasarón para conseguir cuanto antes el primer triunfo como visitantes.
Sobre el segundo derbi del curso, tras la derrota de la semana anterior en Barreiro ante el Celta B, augura Portela «un partido muy bonito y ante un rival fuerte que aspira a todo». Aunque renuncian directamente a portal el cartel de favorito pese a jugar en su propio estadio, no renunciará el Pontevedra a buscar la victoria ante un rival que el año pasado goleó a los granates en uno de sus peores partidos del curso y a seguir poniendo piedras en el fortín de Pasarón.