Ante la nueva Xunta, viejas demandas

S.B. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

El Concello de Pontevedra se dispone a poner deberes al futuro Ejecutivo de Núñez Feijoo

27 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Finalizó la campaña electoral, pasaron las elecciones y es el momento de rendir cuentas a los ciudadanos, de hacer realidad las promesas electorales que hizo el partido al que los gallegos y los pontevedreses otorgaron la confianza en las urnas.

Un par de días antes de iniciarse la campaña, el entonces candidato a la reelección y hoy brillante triunfador de la noche electoral, Alberto Núñez Feijoo (PP), llegó a Pontevedra con un saco cargado de promesas. Casi todas ellas, es cierto, abordadas previamente con el gobierno local. El Gran Montecelo, la variante de Alba, un nuevo pabellón, quince kilómetros de sendas ciclistas y peatonales en la comarca, el «impulso definitivo» al saneamiento de la ría, una nueva residencia para mayores... Metido en el fragor de la precampaña el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), afirmaba ante tal relación de anuncios que al candidato del PP solo le había faltado prometer «un piso no Caribe para cada pontevedrés».

Ahora, con la tercera mayoría absoluta para el PP de Feijoo, en el Concello de Pontevedra comienzan a barruntar las demandas que se trasladarán al nuevo Ejecutivo. La principal es encauzar de una vez una relación institucional que en los últimos años no ha hecho sino deteriorarse. Que no sigan lanzándose cuchillos entre Pontevedra y Santiago al hilo de cualquier proyecto que se vaya a acometer, como sucedió con el saneamiento del Gafos, la puesta a disposición de terrenos para el edificio judicial, la ampliación del Carlos Oroza o nuevos colegios en la ciudad.

El acuerdo para el Gran Montecelo es la vía a seguir, en opinión del Concello. Tras ocho años de desencuentros por la apuesta del PP por Monte Carrasco, el acuerdo ratificado en julio con la firma de un convenio para impulsar la ampliación de Montecelo ha de alcanzar su pleno desarrollo en los próximos cuatro años. Al menos, en esta legislatura que ahora empieza deberían de iniciarse los trabajos. El Concello demandará a Feijoo agilidad en la tramitación.

Junto al futuro sanitario, el saneamiento es el otro gran asunto pendiente para el Concello. Tanto del rural -firmar un tercer convenio para completar la red será una de las demandas- como de la ría. A principios de octubre está prevista la próxima reunión con consellerías (en funciones), cofradías, concellos y otros agentes.

Pontevedra también espera de la nueva Xunta que cumpla con la promesa de ejecutar una alternativa a la variante de Alba, el vial que comunica las carreteras de Santiago y Vilagarcía, así como acometer de una vez la mejora de esta última, o la urbanización del vial hacia Ponte Caldelas.

En materia deportiva, Feijoo y Lores hablaron en julio de ese nuevo pabellón de gimnasia que podría completar el desarrollo de los terrenos de A Parda que impulsa el Concello, aunque la Xunta prevé su ejecución como ampliación del CGTD. También está pendiente la unificación de los servicios de atención turística en la ciudad, con la Diputación como tercera parte implicada.

En cuanto a edificios, además de lo nuevos juzgados, ya en marcha después de años de desencuentros entre Xunta y Concello, la rehabilitación de la antigua sede autonómica en Benito Corbal para su cesión en arte a entidades sociales y a la Universidade es otro de los asuntos a abordar por el Gobierno de Feijoo en los próximos meses en la ciudad.