La operación de Iker, un éxito

carmen garcía de burgos PONTEVEDRA / LA VOZ

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La cirugía a la que se sometió el centrocampista gijonés duró algo más de dos horas. Ahora tendrá que estar entre seis y ocho meses de baja

24 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Todo salió según lo previsto. Tanto el resto de la plantilla granate como el cuerpo técnico y directivo y la afición del Pontevedra pasaron ayer la tarde pendientes de una primera valoración de la operación a la que se sometió Iker Alegre en el Hospital Salud Quirón Miguel Domínguez de la ciudad del Lérez. El joven gijonés ingresó en la clínica hacia las 11 de la mañana para poder ir superando todos los preparativos del preoperatorio, aunque no fue hasta primera hora de la tarde cuando entró en quirófano.

A las 16.30 horas era introducido en la sala esterilizada para ser intervenido por dos expertos, los doctores Barragáns y Costas. Fueron ambos especialistas quienes le practicaron las acciones quirúrgicas necesarias para reparar el ligamento afectado, objetivo que «se desarrolló sin complicaciones», según informaron los propios facultativos una vez concluida la operación.

El primer parte médico que ofrecía información sobre la cirugía a la que se sometió el centrocampista gijonés señalaba que «se implanta plastia autóloga de tendones de pata de gallo», y añadía, asimismo, que «no se apreciaron otras lesiones en la rodilla salvo la rotura del LCA durante la operación».

El objetivo continúa siendo «solucionar la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda», pero para ello el jugador del Pontevedra tendrá que esperar todavía. Entre tres o cuatro días, para ser exactos, en poder abandonar la clinica privada, y otros seis u ocho meses de rehabilitación para poder reincirporarse al equipo, según las primeras estimaciones realizadas por los responsables del equipo médico.