Los maestros de la birra pontevedresa

Iván calderón, ch. c. PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Varias marcas locales de cerveza artesana son un referente para muchos productores aficionados

26 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Si tuviésemos que elegir la bebida estrella del verano, esa sería sin duda la cerveza. Solo hay que ver las muchas ferias y fiestas que se organizan cada temporada en Galicia, dedicadas a ella o echar un ojo en cualquier terraza de la ciudad para darse cuenta de que es la opción más popular. Es esta pasión por la ancestral bebida lo que, posiblemente, ha generado en la comarca una camada de cerveceros dedicados en cuerpo y alma a su fabricación artesanal. Fusionando un proceso de producción milenario, con la visión fresca y a veces transgresora, propia de esta generación.

Pontevedra cuenta con algunas de las mejores fábricas de cerveza artesana de toda Galicia y tres de ellas están en la comarca. Sus creadores coinciden en que fue su pasión por esta bebida lo que les llevó a comenzar cómo homebrewer, término por el que se conoce actualmente a aquellos que fabrican cerveza de manera aficionada en sus hogares, y esta afición lo que, con el tiempo, derivó en lo que hoy en día son algunas de las marcas más populares.

«Comenzamos cómo quien hace vino en casa, pero con cerveza, y tras años experimentando decidimos probar suerte con algo más profesional», así explica el creador de Faxilda, Eneko Abad, cómo la afición que él y su esposa tenían fue tomando forma hasta convertirse en una de las marcas artesanas más conocidas de Pontevedra.

El gusto por probar distintos tipos de producto, conocer sus elaboraciones y orígenes, suele ser el detonante para comenzar a experimentar con combinaciones y prepararla en casa. Actualmente es un proceso relativamente fácil, existen páginas web y empresas, dedicadas exclusivamente al asesoramiento de entusiastas de la cerveza, así como a la distribución de todo el material necesario para comenzar con la afición, desde los preparados de lúpulo y malta con las medidas exactas para conseguir un tipo de cerveza específica; hasta las barricas para la fermentación. Pudiéndose conseguir una remesa pequeña, de entre veinte y treinta litros, en menos de mes y medio.

Pero antes de que se convirtiera en una tendencia, y ésta derivara en la comercialización masiva, este proceso era mucho más complicado. «No había tanta información en Internet y era más difícil conseguir los productos», asegura Ángel Puime, uno de los pioneros de la fabricación de cerveza artesanal en Galicia, además de ser uno de los creadores de la Saramagal. Añade que muchos de los equipos con los que comenzó su aventura en el mundo de la fabricación de cerveza fueron desarrollados por él mismo.

Afirma con aplomo que el objetivo es conseguir un producto diferente al industrial, más cuidado y con más matices. Y es que dos de las bases de todo el proceso son la naturalidad de sus productos y la evolución.

Es ese cambio constante lo que le otorga a la cerveza artesana un carácter distintivo. Andrés Granero, uno de los nombres tras la cervecería Meiga, explica que, a pesar de que la preparación artesanal tiene algunos inconvenientes en comparación con la fabricación a nivel industrial, una de las muchas ventajas que posee este proceso es la capacidad de sacar al mercado variedades distintas cada poco tiempo y en función de la temporada.

Esa búsqueda de sabores nuevos y exóticos, intentando conseguir un producto cada vez de mayor calidad, es lo que ha dotado a la cerveza artesana de un carácter que la desmarca de las marcas más comunes, y la ha convertido en la opción preferida de muchos amantes de la cerveza, y una habitual de los bares y restaurantes gallegos esta temporada.