La Biblioteca Pública sigue sin ser accesible al no tener ascensor

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Parte de la plantilla denuncia que la situación del centro se complicó al averiarse también el montacargas interior

25 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Iba a ser «cuestión de días», pero dos meses después del anuncio la Biblioteca Pública de Pontevedra Antonio Odriozola sigue siendo inaccesible para las personas con movilidad reducida al no disponer de ascensor. El centro lleva ocho meses sin este servicio. El nuevo ascensor está instalado, pero no entrará en funcionamiento hasta que se termine la obra civil. Desde la dirección de biblioteca prefirieron, a preguntas de La Voz, no dar plazos esta vez. «Ahora la obra está paralizada, hay días que no aparecen los obreros por el centro, dicen que por falta de material», señaló una trabajadora, un extremo que ayer negó la dirección.

Varios empleados denunciaron que la situación se complicó todavía más al averiarse el montacargas interior del centro. Este elevador, con el que el personal sirve todos los fondos que tiene en los distintos depósitos, se venía utilizando en casos puntuales de usuarios para suplir la falta del ascensor exterior.

«El técnico vino hoy [por el miércoles], pero el montacargas no quedó arreglado porque rompió una polea y la empresa que se encarga del mantenimiento no es de aquí», apuntó una empleada. El personal afirmó que las averías del montacargas son continuas. «Las personas con movilidad reducida no pueden acceder a las distintas plantas, ni nosotros servir los fondos bibliográficos que se encuentran en estos depósitos», añadió.

Pero la situación del ascensor es solo una de las quejas de parte de la plantilla de la biblioteca, que lleva movilizándose todos los miércoles desde el pasado junio. Su petición de más personal ha conseguido, tras casi tres meses de protestas semanales, que se cubrieran tres plazas vacantes. Según su versión, quedan otras tres plazas libres, dos de ellas consideran que son «fundamentales» al tratarse de puestos de atención al público. «Parece que no tienen intención de cubrirlas porque siguen empeñados en cambiar las condiciones sustanciales de nuestros puestos de trabajo a unos cuantos», afirmaron. Para los denunciantes, la falta de personal conlleva una sobrecarga de trabajo y una peor atención a los usuarios. Unos usuarios que aumentaron un 39 % entre el 2006 y el 2014.