La hostelería tiene problemas para topar personal ante el bum turístico

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Los empresarios dicen que todavía se están buscando camareros, cocineros o panaderos

23 ago 2016 . Actualizado a las 05:20 h.

«Es muy, muy difícil encontrar personal». Quien habla con esa rotundidad es una empresaria de Pontevedra, del ramo de la carnicería y la comida precocinada. Ella no maneja estadísticas ni datos. Solo se basa en su experiencia. Amplía el negocio, inaugurará instalaciones en menos de un mes y para ello necesitaba contar con alguien más en la cocina y con una persona en carnicería. Puso anuncios, recurrió al servicio autonómico de empleo, lo movió a través del boca a boca... Pero tardó meses en topar operarios. De hecho, la última contratación la cerró en los últimos días. «Y no es que no gustasen las condiciones ni nada, no llegábamos ni a eso... ¡Es que no me llamaba ni una sola persona interesada en los empleos! Este caso podría ser una anécdota. Pero, hablando con los empresarios, sobre todo del ramo de la hostelería, sostienen que se trata de la tendencia de este verano. Y que aún ahora, con agosto ya muriendo en el calendario, se siguen buscando camareros, cocineros o panaderos.

Las asociaciones de empresarios, comerciantes y hosteleros, da igual que se pregunte en Pontevedra que en Sanxenxo u O Grove, pronuncian frases que, desde luego, no dejan lugar a dudas. Miguel Lago, de Zona Monumental de Pontevedra, apunta lo siguiente: «Se ha invertido la tendencia de los últimos años, de recibir un montón de llamadas de gente preguntándote si sabes de algún sitio para poder trabajar, a que te llamen los empresarios porque no encuentran camareros, o cocineros». El bum turístico, a tenor de las opiniones de los empresarios, se está notando incluso en las contrataciones del comercio: «Este año hay muchísima gente en la calle, y hay tiendas que refuerzan personal. En veranos pasados igual no se cubrían las vacaciones de los empleados porque no era necesario, y en cambio en esta ocasión sí, opina Rocío Louzán, desde Zona Aberta de Vilagarcía.

Los datos confirman esa tendencia. Las contrataciones se han disparado aunque, eso sí, se trata eminentemente de trabajo temporal y ligado al turismo. Habrá que ver cómo respira el empleo en cuanto septiembre asome. De momento, a pie de calle, también se palpa optimismo. «Me voy a trabajar, entro a la una. Estoy feliz... Llevaba tanto tiempo parada, la hostelería es dura pero peor es estar en casa», señalaba ayer Isabel, una madre de tres hijos pontevedresa que este mismo invierno se lamentaba de que no topaba trabajo. «Ojalá esto no se acabase nunca», afirmaba otro joven de la capital del Lérez que está contratado temporalmente en un supermercado de la costa.

«Tampoco tiramos cohetes»

En ese panorama positivo, también hay voces críticas. El presidente de la Aempe, José María Corujo, decía ayer: «El comercio tiene gente, pero vendió todo ya en rebajas. No hay que olvidarse de que antes llovió». Y desde Caldas, el gerente del centro comercial abierto matizaba: «Tampoco tiramos cohetes».

«Nunca me preguntaron tanto si sabía de gente para trabajar»

Francisco González, presidente de los empresarios turísticos de Sanxenxo, señala que es difícil que al gremio hostelero sanxenxino le pille el verano con el pie cambiado y se quede corto con las contrataciones, porque son muchos años de experiencia. Pero que este estío se superaron todas las expectativas y que sí que se buscó mucho personal. «Nunca me preguntaron tanto si sabía de gente para trabajar. La frase del verano es busco camarero», dice. Señaló que en la base de datos que manejan no hay nadie disponible para trabajar.

«Lo único que se pide ya es saber llevar una bandeja, con eso suficiente»

Miguel Lago, presidente de la asociación Zona Monumental de Pontevedra, alude primero a los datos del desempleo, a que solamente hay dos ciudades de Galicia con menos paro que Pontevedra. Y luego habla de su experiencia en los últimos tiempos: «A mí me preguntaron por panaderos, carniceros y por supuesto por trabajadores para la hostelería.. No se encuentra fácilmente. De hecho, lo único que se pide ya es saber llevar una bandeja, con eso suficiente para hacer un contrato». Lago indica que las estampas que está dejando este verano de la calle Benito Corbal, totalmente repleta de gente, son de órdago: «Y si la gente pasea, acaba comprando. Mucho o poco pero algo se mueve», dice.