joel martínez

La hija del doctor Murillo retorna al primer plano de la política en un movimiento que podría comportar una posterior candidatura a la alcaldía por el Partido Popular

21 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Guadalupe Murillo Solís, empresaria y presidenta del Pontevedra Club de Fútbol, será diputada en el Parlamento de Galicia en la próxima legislatura en lo que a todas luces supone un retorno con muchos matices al primer plano de la política provincial. La maniobra de la cúpula del Partido Popular al repescar a la directora general de la conservera Pescamar pretende cohesionar el partido con sectores de la derecha local que se habían desmovilizado después del paso de Telmo Martín. Y además deja abierta la posibilidad de un futuro movimiento de fichas a cargo del tándem Feijoo-Rueda de cara a las elecciones municipales de 2019.

El paso de Lupe Murillo por la política local había resultado irrelevante. Formó parte en 2007 de la primera candidatura de Telmo, con quien no congenió. Se ocupó de fiscalizar al gobierno municipal en asuntos económicos, pero el protagonismo del jefe de filas colisionó con el suyo y, al cabo del mandato, el exalcalde sanxenxino prescindió de ella para la lista del PP en los comicios del 2011.

Lupe, que lleva en sus genes el afán por el poder, aprovechó su posición en el consejo de administración del Pontevedra CF para optar a la presidencia del club después del convulso período de Mauricio Rodríguez y el breve mandato de José Manuel Fernández. A partir del verano del 2014, desde que accedió a la presidencia del club, se ha rehecho socialmente a velocidad de vértigo con una notoriedad mediática propiciada por la innegable importancia informativa que tiene la entidad granate.

Desde esa excelente plataforma, Lupe aguardó su oportunidad. Ambicionaba volver a la política. La quinta plaza que ocupará en la lista que encabezará el propio Alberto Núñez Feijoo le garantiza escaño en la cámara autonómica, al margen de quien vaya a gobernar Galicia los próximos cuatro años.

La mano de Rueda

En la decisión de repescar a Lupe se nota la mano de Alfonso Rueda. Por su extracción social ambos se mueven en círculos muy cercanos. El nuevo presidente provincial del PP sabe bien el peso que tiene el padre de Lupe, el doctor Diego Murillo como referente en la derecha pontevedresa. El ginecólogo que preside desde hace dos décadas la potente aseguradora AMA, mantiene una notable capacidad de influencia entre sectores de la sociedad pontevedresa desde hace 40 años. Y como diría un pescador «todo o que entra na rede é peixe». El PP no está para desperdiciar ni un voto para el 25S. Por tanto la incorporación de Lupe, reconecta al PP pontevedrés con sectores afines que se habían desmovilizado, al sentirse decepcionados por actuaciones de Telmo Martín en su etapa como anterior principal dirigente local del partido.

Aspira a ser alcaldesa

De momento, Lupe compatibilizará escaño en O Hórreo, el palco de Pasarón y sus ocupaciones empresariales. Pero, si de cara a las municipales del 2019 Núñez Feijoo vuelve a reclutar alcaldables entre parlamentarios del PP, Lupe Murillo podría estar en una excepcional posición para intentar la candidatura a la alcaldía de Pontevedra. Se trata de un objetivo que ambiciona desde hace tiempo. Pero primero Telmo y después Jacobo Moreira le han cerrado el paso.

Evidentemente queda por saber que pasará en el Partido Popular local que actualmente controla Jacobo Moreira Ferro. Su posición parece debilitarse ya que le ponen en el puesto 18 de la candidatura al Parlamento Gallego. No obstante, Jacobo ya pasó por algo parecido hace cuatro años. Iba de 16 y terminó entrando por sucesivas sustituciones que se dieron. Por otra parte, en pocos meses accederá a un escaño en la Diputación Provincial en virtud del acuerdo alcanzado en el seno de su partido. Y mantiene la jefatura de la oposición municipal en el Concello de Pontevedra. Seguro que no se lo va a poner fácil.