Ocurrió un 27 de julio 2001
27 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Dentro de no muchos años esta fecha representará más del espíritu de Pontevedra que muchos de sus iconos actuales. Hace exactamente quince años que dos de las principales calles de la ciudad del Lérez comenzaban a mudar su aspecto de una manera radical que nunca volvería a deshacerse. A Peregrina y Michelena se despedían de los últimos coches que pisarían insistentemente su adoquinado. A día de hoy el tráfico rodado no está completamente prohibido, pero sí muy restringido. Fue, además, el germen de una transformación que fue extendiéndose por todo el núcleo urbano hasta hacer de la peatonalización el buque insignia de su gobierno local y de la propia Boa Vila. Las obras respondían a la preocupación que comenzaba a reinar en el Concello, y que había acreditado el arquitecto municipal en un informe en el que advertía del deterioro que sufrían ambas calles.