Pontevedra forma en negocios a universitarios chinos

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

capotillo

Hong Yu Chen, una alumna del Ieside, relata sus impresiones de la ciudad y sus planes de futuro

22 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Se llama Hong Yu Chen, aunque en España es Clara. «Lo elegí porque empieza por c, como Chen», ahí la razón. Tiene 20 años, es de Pekín y es una de los quince estudiantes chinos que desde el 14 de julio se forman en negocios en Pontevedra. Tras interrumpir una de sus clases en el Instituto de Educación Superior Intercontinental de la Empresa (Ieside), que tiene su sede en el edificio de Afundación, Hong Yu Chen cuenta sus primeras impresiones de la ciudad y de Galicia. Es su segunda estancia en España; hace cuatro años había vivido un tiempo en casa de una familia en Valladolid.

«Me sorprendió que las calles son más estrechas y que hay menos coches. Me gusta el aire freco y que no haya el ruido de Pekín», comenta sobre Pontevedra. Se aloja, al igual que sus compañeros, en la residencia de la avenida de Vigo y cada día acude andando a las clases. «Es un curso intensivo, tenemos ocho horas de clase al día, entre mañana y tarde», explica en un buen español. En la ciudad estudia el Diploma Avanzado en Relaciones Internacionales (DARI), de 300 horas. Una formación centrada en dirección de empresas, relaciones internacionales y formación en español de negocios, que incluye también un período de prácticas. Hong Yu, que las hará en la empresa de turismo marinero Bluscus de Vigo, empezó a estudiar español a los 8 años. Lo hizo por consejo de su madre. «En primaria ya había estudiado inglés con buena notas, y quería cambiar y conocer otros idiomas. Mi madre me dijo que el español era importante y muy útil, además de ser una buena opción para mi futuro», relata.

Tanto ella como sus compañeros proceden de la Beijing International Studies University (BISU), con la que la Escola de Negocios Afundación de Ieside tiene un convenio de colaboración. De Galicia le impactó la limpieza del agua de las islas Cíes: «Parece una pintura».