«Buscábamos convertirla en emblema»

C. pereiro

PONTEVEDRA CIUDAD

. Capotillo

La reforma de la sede de Afundación en Pontevedra cumple 10 años, y se muestra como uno de los símbolos de esta ciudad

24 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El pontevedrés César Portela asumió uno de los trabajos que más respeto le inspiraban hace más de una década. En sus manos estaba el deber de volver a dotar de vida y actualizar el edificio que funciona como la sede de Afundación en la ciudad, uno de los centros culturales de la misma. Este 2016, se conmemora el X aniversario de esta reforma.

-Algunos vecinos ya no recuerdan otra cara que no sea la que usted le dio al edificio, los visitantes es la que admiran, ¿cómo asume que una obra suya sea símbolo arquitectónico de la ciudad?

-Cuando acepté el encargo podría decir que ya era un símbolo por su significado. Era un edificio en muy mal estado al que había que entrar a saco. Como yo era de aquí la gente me decía que tuviera ojo, que como luego no se oyeran bien los conciertos en el auditorio ya me podía ir cambiando de ciudad -ríe-. Junto con el Concello y la Peregrina forma el triángulo mágico de edificios que marcan la hora.

-¿Resultó un trabajo duro técnicamente?

-Sí, porque requirió una reforma total, e incluso obras de excavación para crear las salas de exposición actuales. Fue una obra muy complicada. Estéticamente, además, también queríamos mejorarla. Buscábamos que acabara siendo emblemático.

-¿Qué sensaciones le causa verlo ahora, diez años después?

-Creo que de las cosas que más enorgullecen a un arquitecto es pasar por un edificio suyo y no arrepentirte de nada de lo que hiciste. Es una obra muy respetuosa en la que intenté mantener a los arquitectos anteriores. Que a la gente le siga gustando, me indica que fue un éxito.

-Tiene dicho que fue un trabajo coral impecable.

-Creo que sí. Desde los artistas a los obreros. Todos tratamos de hacerlo lo mejor posible y llegamos a crear grandes lazos.