El podio de la Copa de España celebrada el pasado fin de semana en Verducido tuvo un claro dominio pontevedrés
31 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Aguas frías, corrientes fuertes, vientos intensos y lluvias abundantes. A nadie se le ocurriría pasar un rato en esas circunstancias. Pero son las condiciones habituales del campo de entrenamiento de campeones internacionales. Los poienses Sergio Vallejo y Adrián Sieiro; y las lerezanas Raquel Rodríguez y Jenifer Casal, flamantes campeones de España en C2- 200 y C2-500 no cambian su ría de Pontevedra por nada del mundo.
«Entreno en la ría de martes a domingo durante dos horas y a veces doble sesión», explica la palista y presidenta de la Escuela de Piragüismo Ciudad de Pontevedra. Una planificación similar es la que sigue la pareja de Poio. «Entrenamos de lunes a sábado, con sesiones dobles los lunes, miércoles y viernes», explica Vallejo.
Tantas horas compartidas sobre la canoa convierte a ambas parejas en unos competidores prácticamente imbatibles. «Desde que se instauró el C2 como competición femenina, en España nadie nos ganó», presume Raquel Rodríguez. El domingo en Verducido, volvieron a hacer gala de esa complicidad que no entiende de generaciones. Jenifer Casal no supera los 23 años y estudia un ciclo superior, mientras que Raquel Rodríguez, madre y deportista de 41 años, compagina su trabajo como gestora de servicios en una multinacional con su exigente agenda de entrenamientos y competiciones. «Sarna con gusto no pica», me dicen en casa cuando me quejo. Y por si el salto generacional pareciese poco obstáculo, las campeonas ya no entrenan juntas desde que Casal se fue a Sevilla para formarse como deportista de alto nivel. «Solo coincidimos en las competiciones y cuando viene unos días a Galicia», explica Rodríguez.
Aunque son de la misma quinta, Vallejo y Sieiro solo llevan trabajando juntos un año. Pero la conexión entre ellos es total. «Cuando te acoplas bien con tu compañero ya ni hace falta entrenar juntos, con trabajar el C1 es suficiente», confiesa Vallejo que esperan resarcirse en los campeonatos de Europa absoluto y sub 23 del próximo mes de su intento fallido de clasificarse para los Juegos Olímpicos.
En competiciones internacionales la pareja femenina no se aventuró mucho. Sí que lo hace Jenifer Casal con otra compañera. Aun así, los mejores recuerdos de la dupla pontevedresa se remontan al mundial de Moscú del año pasado en el que lograron meterse en la carrera final y en la que Rodríguez y Casal consiguieron su mejor marca, «aunque acabamos novenas», añade resignada la veterana palista.
Para los cuatro palistas el hecho de entrenar en unas aguas como las de la ría de Pontevedra supone un factor diferencial con otros clubes, «aunque para preparar competiciones, de forma puntual, vamos al Pontillón», matiza Raquel. Para superar las condiciones adversas, Vallejo confiesa su truco. «El secreto es hacer que la canoa se deslice», apunta.
No solo estas dos embarcaciones salieron triunfadores en la pasada Copa de España. Del club de Poio, Daniel Durán y Jesús Montoto, fueron terceros, muy cerca de sus compañeros. Y la júnior del Ciudad de Pontevedra Antía Jácome logró dos medallas en el C1. En el K1, Carolina García fue también medallista.