A Eiriña exige la recuperación de la antigua sede de la Guardia Civil

La Voz PONTEVEDRA / LA VOZ

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Vecinos del barrio remiten a Interior 828 firmas reclamando que se adecente el edificio

26 may 2016 . Actualizado a las 13:03 h.

Los vecinos del barrio de A Eiriña miran estos días con sana envidia a los de Benito Corbal, que parece que por fin verán rehabilitado el viejo edificio administrativo de la Xunta. En A Eiriña tienen su propio inmueble abandonado, también de titularidad pública aunque dependiente de otra Administración: el viejo cuartel de la Guardia Civil en la calle Casimiro Gómez. Este edificio ya ha cumplido diez años de abandono, frente a los ocho del de la Xunta, y su situación es más grave por la reiterada presencia de okupas en su interior, lo que ya ha provocado en alguna ocasión situaciones de riesgo por incendios incontrolados.

La renovada junta directiva de la asociación de vecinos del barrio no está dispuesta a seguir aguantando esta situación. No solo por ese riesgo latente, sino por la mala imagen que da el viejo caserón abandonado. Por ello iniciaron una recogida de firmas para dirigirse al Ministerio del Interior, que sigue siendo el propietario del inmueble.

El escrito, además de reflejar «a preocupación» de los vecinos «polo estado de abandono, inseguridade e insalubridade» del inmueble, solicita la limpieza de los terrenos colindantes, el cuidado, limpieza y mantenimiento del edificio «para evitar a imaxe que presenta na actualidade», que haya un mayor control de acceso al interior y que se tramite una propuesta de nuevo uso para el solar.

En apenas unas semanas, el colectivo vecinal recopiló la cifra de 828 firmas, que ayer fueron presentadas por la directiva de la asociación, encabezada por el presidente, Jesús Cazorro, en la Subdelegación del Gobierno. Este subrayó el hecho de que el edificio abandonado se encuentra «en una de las zonas más pobladas de la ciudad» y lleva una década cerrado y desatendido por el Estado.

Los vecinos ven con buenos ojos, y así lo recogen en el escrito presentado en la Subdelegación, la propuesta del Concello de Pontevedra de trasladar al solar la comisaría provincial de Policía. Fue una idea lanzada por el concejal de Obras Urbanas, Luís Bará (BNG), que considera que la actual comisaría, en la calle Joaquín Costa, tiene problemas de acceso, de aparcamiento y de espacio, como han denunciado en diversas ocasiones los sindicatos policiales. «Trasladar ao vello solar da Garda Civil a comisaría sería unha boa solución -reiteró ayer Bará tras reunirse con los vecinos-. Podería ser rehabilitando o vello edificio ou podería derrubarse para construír un novo, o que permitiría dotalo de estacionamento». El Concello lanzó esta propuesta a finales de abril y no ha obtenido por el momento respuesta alguna de la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos de Seguridad del Estado, organismo del que depende el inmueble.

Además, Bará confirmó ayer que el servicio de disciplina urbanística está tramitando un expediente contra el citado organismo por el mal estado del inmueble, que se abrió a raíz de varias denuncias vecinales. Dicho expediente podría derivar en una sanción económica si persiste la situación de abandono.

La Guardia Civil completó en el año 2006 el traslado a la nueva comandancia al otro lado del río Lérez, en las inmediaciones del parque de bomberos. En esa fecha se cerró definitivamente el viejo caserón que hace esquina entre las calles Casimiro Gómez y Loureiro Crespo, que había servido de casa-cuartel a la Guardia Civil durante varias décadas.

En un principio, el destino del solar, con una superficie de 1.215 metros cuadrados, era la recalificación para facilitar su venta. El objetivo de la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos de Seguridad del Estado era obtener permiso a para derribar el inmueble y levantar en su lugar un edificio residencial con locales comerciales en su bajo. Pero, una vez más, la crisis económica truncó los planes y el edificio languidece en un estado de absoluto abandono.

Pese a ello, en el 2013 se volvió a intentar colocarlo en el mercado. Fue en el marco de una iniciativa de Patrimonio del Estado, que sacó a la venta más de un centenar de edificios públicos sin uso en toda España. Entre ellos, el edificio de Hacienda en San Francisco y el viejo cuartel de la Guardia Civil. Este se tasó entonces en 1.881.768 euros, pero no hubo ofertas.

A lo largo de los años, la presencia de okupas en el interior del caserón ha sido constante. Tras varias denuncias vecinales, en el 2012 se produjo un primer desalojo del inmueble. En teoría se tapió, pero los okupas acabaron volviendo, como puso de manifiesto un aparatoso incendio registrado en su interior hace apenas unos meses, en diciembre del año pasado.