Música, poesía, aturuxos, baile, grafiti... Una fiesta con todo, para todos, despidió con alegría el programa, hasta el año que viene
01 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Los fines de semana de la ciudad se quedan huérfanos. Noites Abertas pone fin a su actividad tras intensos meses en los que no hubo lugar, ni por un segundo, al aburrimiento. El año que viene el evento alcanzará su ansiada mayoría de edad.
Más de cien actividades se han sucedido desde el viernes 29 de enero, día en que comenzó la andadura de este año. Por el camino, Noites Abertas ha dejado claro que se trata de uno de los proyectos culturales y de ocio más ambiciosos del Concello de Pontevedra para la juventud del Lérez. Genera trabajo, diversión y fomenta actividades que de otra forma serían impensables de ver en la ciudad.
Esgrima, baile latino, tenis de mesa, encuadernación, iniciación al rap, masaje tailandés, capoeira, tiro con arco, senderismo, cocina marroquí, improvisación, maquillaje de terror... ¡Hasta quidditch! Todos son ejemplos de lo que cualquier vecino de la comarca, menor de treinta años, pudo disfrutar de forma totalmente gratuita. Y es que ese es uno de los puntos fuertes de Noites. Sus usuarios no pagan absolutamente nada por apuntarse a las actividades, sea cual sea.
Alcanzada ya su madurez, el ciclo de eventos se desarrolla entre el Froebel, la Casa Azul y el Local de Música, mayoritariamente. Tres instalaciones que se han llenado de chavalada esperando aprender y probar nuevas experiencias. El trabajo de los monitores se asemeja impecable y a medida que pasan los años su profesionalización va en aumento.
Como novedad de este año, se creó una comisión de igualdad para que buscara y corrigiese cualquier tipo de diferencia que pudiera surgir durante el desarrollo de las actividades. Lo curioso es que este equipo estaba compuesto por varios participantes de ediciones pasadas. Uno de los secretos de Noites Abertas es su propia retroalimentación. Muchos de los monitores que enseñan y transmiten sus conocimientos han sido antaño participantes, y eso siempre se nota a la hora de crear lazos y entender a los recién llegados a este ciclo semi-nocturno. Anecdóticamente, el mismo director de Noites, Nacho Márquez, también fue un usuario en su día.
La fiesta de ayer no supone un punto final, más bien tres puntos suspensivos. El verano está a la vuelta de la esquina y su coordinadora, Mirian Viñas, ya dijo que toca dejar descansar a la chavalada pontevedresa. Por delante quedan varios meses para ir pensando en cómo sera el futuro de Noites Abertas, en una edición que se antoja especial, por aquello de llegar a la mayoría de edad. Lo hará en plena forma, con un éxito a sus espaldas que muy pocos eventos de Pontevedra pueden avalar y mentar.
La música, el hip-hop y el baile que inundaron ayer la plaza de Curros Enríquez son solo un recordatorio para los vecinos de esta ciudad de que Noites Abertas puede tomar cualquier espacio, y no solo hacerlo con éxito, sino lograrlo entre aplausos.