Cuando la bici seduce más a los profes

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Óscar Pérez, Bea Fervenza, José María Solla, Luis Alberto Samartín y Miguel Martín, en la entrada del IES A Xunqueira II.
Óscar Pérez, Bea Fervenza, José María Solla, Luis Alberto Samartín y Miguel Martín, en la entrada del IES A Xunqueira II. ramón leiro

Cerca del 16 % de los docentes del instituto A Xunqueira II acuden a clase en este vehículo por convicción y afición

01 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No les gusta presumir, pero algunos profesores del IES A Xunqueira II de Pontevedra fueron «pioneros» en usar la bicicleta como medio de transporte para acudir a su puesto de trabajo. En este instituto de la ciudad donde estudian unos 550 jóvenes hoy en día sigue siendo mucho mayor el número de docentes que de alumnos que optan por este vehículo de dos ruedas para desplazarse hasta el centro educativo. Y eso a pesar de que por su ubicación, en pleno campus universitario, ahora se puede llegar al IES por carriles bici.

La Voz mantuvo un encuentro con varios profesores para conocer sus motivaciones e intentar saber por qué la bici no cala entre los estudiantes. Óscar Pérez Blanco, profesor de Matemáticas; José María Solla Casqueiro, de Educación Física; Luis Alberto Samartín Bienzobas, de Biología, y Miguel Martín Otero, que lo fue de Física y Química y aunque jubilado sigue muy vinculado al centro, coinciden en que los motivos para moverse en bicicleta son varios, pero el principal es «la comodidad».

«En mi caso es por todo un poco, por comodidad, sin duda, pero también por no depender del coche y por dar ejemplo al alumnado, aunque nos gustaría que cundiera más», admite Óscar, que vive en la avenida de Lugo. José María recuerda que hace unos doce años habían impulsado en el IES A Xunqueira II una campaña para fomentar su uso titulada Ti tamén podes vir na bici á escola. Salvo que diluvie, la emplean a diario. «Yo vivo al lado de Carrefour y tardo siete minutos. Alguna mojadura que otra también he pillado», confiesa Luis Alberto.

José María, que fue el fundador del colectivo Pedaladas, y Miguel, que promovió las marchas escolares, subrayan que ahora ya no hay excusa para no ir en bici al instituto. Hace pocas semanas se estrenó el carril bici de la calle Celso Emilio Ferreiro que enlaza la ciudad con el campus. «Ya no hay disculpa», remachan. Aluden a que desde Monte Porreiro se puede llegar al centro por carriles bici y, pese a ello, hay alumnos que viven en la urbanización y acuden en coche. «Es cierto que a la vuelta tienen una cuesta pronunciada, pero parece mentira que no vengan».

Le dan un aprobado alto al nuevo carril bici del campus, pero consideran que en el futuro debería extenderse hasta las pistas deportivas. José María hace hincapié en que, aunque siempre hay cosas que mejorar, si se echa la vista atrás el cambio para los amantes de la bici ha sido exponencial.

¿Y por qué los alumnos no siguen su ejemplo? Lo achacan a una mezcla de factores, entre ellos, a falta de costumbre, comodidad y también a la preocupación de las familias por su seguridad. Una seguridad que ahora se ha visto «reforzada» con el carril bici. De todas formas, Miguel afirma que todavía son muchos los conductores y también los peatones que no respetan a los ciclistas. Él, que fue atropellado en una rotonda, dice que siguen siendo un caos, pero también los carriles bici. «A xente non respecta, as vellas van do ganchete e aínda que lles toques o timbre da bici non apartan e che din que vaias andando», asegura Miguel, que tampoco es partidario de que las bicis vayan por las aceras, salvo que no quede otra opción. José María asiente: «Nas rotondas é complicado circular na bici».