Experiencia piloto contra caballos salvajes

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

LÓPEZ PENIDE

Los comuneros de Campañó prevén habilitar unas once hectáreas para que pasten los equinos y no causen daños

26 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Buena parte, si no la totalidad, de las comunidades montes pontevedresas han sufrido destrozos en sus repoblaciones provocados por manadas de caballos salvajes. Al mismo tiempo que los comuneros exigen una mayor implicación de las distintas Administraciones, en Campañó están ultimando una experiencia piloto que podría suponer, a la postre, una solución a esta problemática.

«O que fixemos foi chegar a un acordo cuns gandeiros, cunha asociación cabalar de aquí, polo que lles cedemos un terreo de once hectáreas e eles comprométense a ter o recinto pechado e cos cabalos dentro», explicó José María Domínguez. El presidente de los comuneros de Campañó subrayó que se trata de una parcela repoblada con anterioridad con pinos que actualmente ya miden entre tres y cuatro metros de altura, por lo que «os cabalos poden andar soltos por aí adiante e non causan problemas».

Dejó claro que se trata de un colectivo de ganaderos que tiene los equinos muy controlados con el correspondiente chip, tal y como establece la normativa autonómica vigente. A este respecto, precisó que, por su experiencia en esta parroquia pontevedresa, los ejemplares que «soen baixar ás fincas e causar danos son exemplares, entre comillas, ilegais ou supostamente ilegais». Esto es, que carecen de chip y de cualquier otro identificador, infringiendo, de este modo, la legislación autonómica.

En todo caso, José María Domínguez se mostró convencido de que en O Castrove, la presión a todos los niveles está consiguiendo resultados positivos que se traduce en que, «cada vez, hai menos» ejemplares sin identificar. «Estanlles poñendo moitas trabas, loxicamente», subrayó, al tiempo que se mostró convencido de que este es, junto con el diálogo con los propietarios, uno de los caminos que se deben seguir para acabar con los destrozos denunciados por innumerables comunidades.

Prevención de incendios

El acuerdo que ultiman con la asociación de ganaderos, colateralmente, implicará actuaciones preventivas frente a incendios forestales. No en vano, los propietarios de estos caballos, entre otras cuestiones, se comprometen a mantener las once hectáreas completamente limpias, lo que redundará en un menor riesgo de fuego.

En este sentido, los comuneros no dejaron pasar por alto este aspecto, así como insistieron en que «á comunidade lle interesa porque eles, dentro do contrato que firman, asumen que, por un lado, non poden tocar ni unha so arbore e, por outro, que teñen que ter todo ben limpo».

José María Domínguez precisó que lo único que resta para que este acuerdo sea una realidad es que lo refrenda la Administración autonómica. «Estamos esperando a que nos contesten dende a Xunta de Galicia. Pensamos que o fará favorablemente porque xa a mesma Xunta nos dixo que lles parecía ben este tipo de actuacións», destacó el presidente de los comuneros de Campañó.

¿Una vez se firme el convenio se solventará el problema? Domínguez está convencido de que buena parte del mismo, sí. No obstante, no oculta que pueden producirse nuevos daños en repoblaciones provocados por caballos salvajes cuyos propietarios no estén integrados en la asociación de ganaderos o que, simplemente, se desconozca la identidad del dueño. «En todo caso, xa é un primeiro paso», matizó.

Comuneros de Salcedo

Donde la situación está muy complicada es en Salcedo, donde hace dos fines de semana se registraron actos de vandalismo que terminaron con unos 150 árboles destrozados. Interpuesta una denuncia en Comisaría y abierta la correspondiente investigación por parte de la Policía Nacional, los comuneros tenían previsto mantener ayer un encuentro con su asesoría jurídica.

Según reseñó Fernando Pintos, presidente de este colectivo pontevedrés, su intención es la de llegar hasta las últimas consecuencias. En este sentido, se mostró convencido de que los autores son los propietarios de un grupo de caballos que ya han tenido problemas con otras comunidades limítrofes, entre ellas la marinense de San Xulián. Es por ello que no dudó en considerar lo ocurrido como «un pulso» a la comunidad que preside.

Idéntico término empleó Xosé Carlos Morgade, presidente de Mourente y secretario de la mancomunidad de montes de Pontevedra. Desde todos estos colectivos se exigió que las Administraciones encaren de una vez este problema y lo solucionen.