Cerrada la glorieta de Compostela al caer partes de un tejado

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

La borrasca de viento y lluvia que motivó la suspensión del desfile de carnaval en Pontevedra dejó pequeñas incidencias

07 feb 2016 . Actualizado a las 20:50 h.

Las predicciones meteorológicas se cumplieron ayer e hicieron buena la decisión adoptada el viernes por el Concello de Pontevedra de suspender el desfile de carnaval. La borrasca de lluvia y viento, que se dejó sentir en la ciudad poco antes de las dos de la tarde, originó numerosas incidencias. No fueron graves, pero algunas sí obligaron a intervenir a la Policía Local y a los Bomberos. El Ayuntamiento también activó ayer el protocolo por frío hasta nuevo aviso.

A las seis, las precipitaciones acumuladas eran de 18 litros por metro cuadrado, mientras que la ráfaga de viento máxima medida fue de 57,24 kilómetros por hora, según los datos recogidos por la estación de Campolongo de la red de MeteoGalicia. En algunos momentos mantener el paraguas abierto era sinónimo de paraguas doblado e inservible. Pese a todo no faltaron los que desafiaron la alerta y se dejaron ver disfrazados en la tarde del sábado de carnaval.

La caída de chapas de uralita, de tejas y de vallas fue una constante durante buena parte de la jornada. También contenedores de basura desplazados por el viento que acabaron en medio de viales o volcados. En el municipio de Pontevedra, la caída de elementos de un tejado obligó a acordonar con cintas un tramo de la calle Peregrina, en el entorno de la glorieta de Compostela. Policía Local y Bomberos tomaron medidas en esa zona peatonal para proteger la seguridad de los viandantes. Una dotación de bomberos retiró numerosas partes del revestimiento exterior del tejado de un edificio situado frente a la fuente, una maniobra que fue seguida con curiosidad por vecinos desde las ventanas.

En Arzobispo Malvar el viento tiró tejas. Chapas de uralita volaron en la calle Almirante Matos y en Médico Ballina. Varias vallas de obra también acabaron tumbadas frente al Hospital Provincial.

En la comarca se registró, asimismo, un reguero de incidencias también menores. En Sanxenxo, el Servizo Municipal de Emerxencias tuvo que acudir por la mañana a la marquesina de autobuses de Portonovo para retirar varias planchas que habían volado o estaban a punto de hacerlo debido a la fuerza del viento. En Marín, según la Policía Local, no hubo salidas de importancia, más allá de la retirada de señales y vallas de obra. En Poio se produjeron varias intervenciones para recuperar contenedores de basura tirados en carreteras o dados la vuelta. En Caldas de Reis, lo más destacado, según Protección Civil, fue la retirada de ramas de árboles caídas.