Prohibido rendirse, cuando el «running» es una terapia

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Torres con las pulseras verdes y rosas con las que difunde su blog y apoya a otros deportistas.
Torres con las pulseras verdes y rosas con las que difunde su blog y apoya a otros deportistas. capotillo< / span>

Este licenciado en Educación Física encarna, con su ejemplo y sus palabras, el lema que lo mantiene en pie

04 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A los 24 años, a este atleta de Portonovo se le vino el mundo abajo. Una lesión grave lo alejó de las pistas, pero con tesón logró lo imposible: Volver a correr.

Ahora, y con un optimismo contagioso, difunde en las redes sociales las técnicas de entrentamiento que le valieron regresar a los circuitos, infundiendo ánimo a otras personas en situaciones como la suya.

Jorge Torres tiene las ideas claras. Sabe lo que se siente cuando se abre el suelo bajo los pies y todas las ilusiones y sueños se desploman como un castillo de naipes. En el 2004 tuvo una lesión grave que, en teoría, lo retiraba del atletismo para siempre. Un mazazo para cualquier aficionado, pero mucho más para un licenciado de Educación Física, con 24 años, toda la vida por delante y entusiasta del deporte. Otro habría tirado la toalla. El veredicto del médico no pudo ser más devastador. No volvería a correr bien. Ya podía olvidarse de maratones, carreras y marchas a larga distancia. Pero este portonovés no se rinde tan fácilmente. Buscó alternativas, le puso mucho esfuerzo. Sangre, sudor y lágrimas literales. Y consiguió lo que parecía imposible. Ha vuelto a poder ponerse las zapatillas y correr sin que le duela. Esa lesión que casi lo jubila prematuramente fue el acicate. De su historia de superación personal nació un blog, Prohibido rendirse, que en un año de vida ha recibido 75.000 visitas.

«Cuando me pongo delante del ordenador busco un tema que me motive, y que sepa que puede ayudar a la gente, siempre basado en la experiencia personal», relata. Este elemento de vivencia lo transmite Jorge Torres a través de las líneas de un blog que lo ha hecho famoso y ganado la admiración de muchos. «Yo pienso cuando explico alguno de estos entrenamientos, si a mí me ayudó esto, a lo mejor lo puede hacer con otro, y lo explico en el blog y en Facebook», describe. Empezó en enero del año pasado y, poco a poco, fue ampliando el círculo de personas que se iban interesando por lo que contaba. Ahora recibe más de cinco mil entradas al mes y confiesa ser el primer sorprendido por la repercusión. «No me esperaba esta acogida y me impone mucha responsabilidad».

Al ver a este atleta, recién venido de competir en Canarias donde vivió varios años, nadie imaginaría que estuvo a punto de no volver a las pistas. Torres sabe que hay más gente como él, personas que le envían sus mensajes al blog y que le dan las gracias por las técnicas que describe, pero sobre todo, lo que impacta más es su ejemplo. «Creo que hay noticias penosas, pero siempre hay que buscar alternativas, hay que luchar por levantarse. Siempre hay piedras en el camino, pero hay que levantarse», afirma.

Además de su papel en redes sociales, este atleta también impulsa otra iniciativa, unas pulseras de color verde con el lema «Prohibido rendirse». La primera vez que las hizo fue para regalarlas a amigos y conocidos. Al acabarse le animaron a hacer más y a venderlas, no como fin lucrativo, recalca, sino con un objetivo social.

Desirée Vila, una joven atleta de Gondomar, fue víctima de un accidente por el que perdió una pierna en marzo del año pasado. «Desirée recaudaba fondos para una prótesis y volver a entrenar», señala Torres. Cuando escuchó su historia no se lo pensó dos veces. El proyecto de la joven pontevedresa recibiría la primera contribución de las ventas recaudadas por las pulseras. Los internautas respondieron bien y se pudo colaborar, con algo más de mil euros, en esta iniciativa social.

El siguiente objetivo fue la compra de una hand bike a un deportista de Gran Canaria, Eduardo Martínez, que tiene también la ambición de promover una escuela de paratriatlón. El tercer proyecto lo protagoniza el valenciano Juan Dual, un joven sin estómago, colon, recto ni vesícula biliar. Su pasión es la bicicleta y quiere recorrer casi diez mil kilómetros desde el norte de Sudamérica hasta Ushuaia, en Patagonia. Es otra historia de superación personal que Jorge Torres cree que es necesario apoyar.

Sentado en un sillón para este reportaje en la tienda Miller, en Pontevedra, el portonovés sonríe ante la pregunta de si le duele aún al correr. Dice que no. Acaba de volver de la Gran Canaria Maratón. «Voy a intentar correr y disfrutar todo lo que mi cuerpo me permita porque algún día a lo mejor no puedo hacerlo», sentencia. Sonríe y sigue adelante.