Los concellos demandan calmado de tráfico en los viales provinciales

Serxio Barral Álvarez
Serxio barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

Alrededor de quince gobiernos locales ya han solicitado mejoras de la seguridad

25 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La Diputación de Pontevedra quiere apostar firmemente por que este sea el mandato de la mejora de la seguridad vial en la amplia red de 1.700 kilómetros de titularidad provincial repartidos en 377 viales. El plan «Móvese», lanzado la semana pasada, obedece, según explica el vicepresidente provincial, César Mosquera (BNG), «a demandas feitas polos propios concellos».

En el pazo provincial se acumulan peticiones por escrito de una quincena de gobiernos locales que piden mejoras en diversos viales de titularidad provincial. No en todos los casos se pide expresamente la adopción de medidas para mejorar la seguridad vial -aunque sí sucede en la mayoría-, pero el nuevo criterio de la Diputación es que en todas las obras que se realicen en viales provinciales se implementen este tipo de actuaciones. Concretamente, la instalación de pasos sobreelevados («lombos») u otro tipo de reductores de velocidad y la implantación de zonas con velocidad limitada a 30 kilómetros por hora.

Concellos como Valga, Caldas, Catoira, Tomiño, A Guarda, Poio, Cerdedo, Mondariz, Ponte Areas o A Cañiza, y también Pontevedra y Vigo, figuran entre los que han pedido a la Diputación la adopción de este tipo de medidas. En el caso de la capital provincial, acaba de iniciarse una obra que responde a los criterios del plan «Móvese» en un vial en la parroquia de Salcedo.

En cualquier caso, la Diputación ya inició el envío de misivas a todos los ayuntamientos de la provincia pidiendo que se identifiquen tramos de concentración de accidentes, vías en los que se detectan excesos de velocidad y, en general, zonas en las que se considera que no existe suficiente seguridad para peatonales. La idea es empezar a construir cuanto antes «lombos» en las carreteras provinciales que demanden medidas de calmado de tráfico. Y también implantar zonas 30.

Ahí se abre un interrogante: ¿cabe la implantación de esta velocidad máxima en cualquier vial sin modificar para ello la ordenanza de circulación aprobada por la Diputación hace tres años? Mosquera entiende que sí, porque se trataría de reducir la velocidad, no de incrementarla. La ordenanza de la Diputación, que es similar a la implantada un año antes en el Concello de Pontevedra, prevé un abanico de velocidades que van de los 60 kilómetros como máximo en viales de más de seis metros con aceras a ambos lados, hasta los 30 para las carreteras sin aceras.

La idea del gobierno provincial es extender esas zonas 30 no solo a carreteras sin aceras, sino también a aquellos viales que se encuentren en las inmediaciones de centros escolares, así como a cualquier otro en la que las características del tránsito peatonal así lo demanden.

Los gobierno locales tienen hasta el mes de febrero para hacer sus sugerencias a la Diputación, y a continuación serán los técnicos provinciales los que analicen las medidas a adoptar. El plan contempla que la financiación de estas actuaciones sean financiadas al 100 % por la Diputación.