O Salnés impulsa un frente político para reclamar la sede del consello Rías Baixas

Bea Costa
bea costa CAMBADOS / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

El Concello de Cambados recaba apoyos entre los concellos de la denominación de origen

02 dic 2015 . Actualizado a las 05:10 h.

En Cambados todavía sigue supurando la herida y la coalición PSOE-BNG-Somos-Pode, que desde mayo gobierna este concello, ha decidido curarla definitivamente. «Polo menos imos intentalo», según apuntaba ayer el portavoz municipal, Xurxo Charlín. La decisión, hace una década, de instalar la sede del Consello Regulador da Denominación de Orixe Rías Baixas en el pazo de Mugartegui, en Pontevedra, levantó ampollas en su momento.

Ni en Cambados ni en el resto de la comarca de O Salnés -principal subzona de producción- comprendían la decisión de llevar el consello a un lugar que no tiene ni un viñedo dentro de la denominación de origen.

Los principales baluartes de Pontevedra fueron la entonces presidenta del consello, Marisol Bueno, y el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, que justificaban la decisión en el hecho de que la ciudad del Lérez es la capital de la provincia y está a una distancia equidistante entre O Salnés y O Condado.

Cambados aspiraba por derechos históricos a convertirse en la referencia institucional del sector de Rías Baixas; allí se celebra la Festa do Albariño desde hace más de medio siglo; allí se falla el premio de vino albariño más prestigioso del mundo; se ubican las dos primeras cooperativas que hubo en Rías Baixas y está instalada la sede de la Ruta do Viño Rías Baixas.

Pero la fortaleza del sector productor y la tradición no fueron suficientes para doblegar la decisión de la cúpula del consello regulador. No solo Marisol Bueno se negó; hubo bodegueros que tampoco lo veían con buenos ojos y ni siquiera el vicepresidente, el entonces alcalde de Cambados, José Manuel Cores Tourís (PP), fue capaz de hacer valer la posición de su municipio. En clave local, tampoco en las filas populares sentó nada bien que Pontevedra se llevase el gato al agua pero nadie se atrevió entonces a enmendarle la plana a Don Manuel, máxime cuando poco después ponía sobre la mesa el dinero para comprar el pazo de Torrado para el Concello cambadés.

Una década después, el gobierno local retoma esta batalla a instancias de Somos Cambados. El pleno municipal tomó este verano un acuerdo para reivindicar la sede del consello y decidió recabar apoyos en el resto de los ayuntamientos de la denominación de origen.

Vilanova, los primeros

Empezaron por los más próximos; en Vilanova, el asunto se abordó en el pleno del lunes y se aprobó por unanimidad, y en breve será objeto de debate, también, en A Illa, Ribadumia, Meis, Meaño, Vilagarcía y demás concellos de O Salnés. A medida que se vayan incorporando adhesiones, el Concello cambadés se dirigirá a la Xunta y al propio consello regulador con el fin de retomar un debate que nunca se cerró del todo.

Con el fin de acallar críticas, en enero del 2014 el consello regulador acordó nombrar Cambados sede histórica del Albariño a propuesta de Xóvenes Agricultores, pero aquello no fueron más que paños calientes ya que, en la práctica, es Mugartegui la que concentra toda la actividad institucional y administrativa de Rías Baixas. También se habló entonces de la posibilidad de crear una subsede del consello en Cambados con el fin de facilitar las gestiones administrativas a los viticultores y bodegueros, pero en la villa del albariño no se considera suficiente.