Bromas y apuestas entre la plantilla por el derbi gallego del pasado sábado
27 nov 2015 . Actualizado a las 13:18 h.El vestuario del Pontevedra afronta mañana su segundo derbi en solo una semana. El duelo de Barreiro será especial por la relación de buena parte de la plantilla granate con la cantera celeste, donde muchos se formaron. Ese cariño que todavía guarda una docena de jugadores al Celta quedará en un segundo plano en el momento en que el árbitro señale el inicio del encuentro. No fue así la semana pasada, cuando se jugó el Dépor-Celta. La plantilla lo vivió en su viaje de regreso desde Gijón y el grupo se dividió entre celtistas y deportivistas, con bromas, piques y apuestas entre los integrantes de cada bando.
Más contentos acabaron los deportivistas. El grupo menos numeroso, integrado por Queijeiro, Anxo y Lloves. El centrocampista cedido por el Dépor reconoce que tuvo que aguantar durante toda la semana previa al derbi gallego las pullas y bromas de los celtistas. Sin embargo, tras «el gol de Lucas y el penalti que falló el Celta, evitaron hablar del tema», confiesa el coruñés que evitó durante esta semana castigar el orgullo herido de sus compañeros. Lo que no perdonó fue la apuesta que hizo con Adrián Mouriño, al que su pasado celeste todavía le tira, «aunque lo primero es el Pontevedra», matiza.
El centrocampista de Porriño admite que el grueso de la plantilla granate iba con el Celta en el derbi gallego y que «fue tan clara la victoria del Dépor que no hubo lugar al vacile posterior de los deportivistas», reconoce un Mouriño que ya pagó su apuesta: una cena a Queijeiro.
Desde un punto de vista más neutral, dado que no formó parte de ninguna de las categorías inferiores de los dos principales equipos de Galicia, vivió el derbi Kevin Presa, que por afinidad y amigos esperaba que el Celta se hiciese con el triunfo. «Vimos tanto el clásico como el derbi en el autobús de vuelta desde Gijón en el ordenador de un compañero», relata el canterano al mismo tiempo que destaca el «buen rollo» que se respira en la plantilla lo que permite que se produzcan apuestas y piques como ocurre en cualquier grupo de amigos.
Donde no hay cabida para la división ni la afinidad a otros colores que no sea el granate es en el partido que disputa mañana el Pontevedra en Barreiro ante el Celta B, recalcan los tres centrocampistas. «Siempre es especial por la rivalidad, ya que representan al Celta, pero es un partido más para ir a por los tres puntos», declara Kevin Presa.
El mismo discurso que el joven pontevedrés lo mantiene Adrián Mouriño, aunque admite que para él será «especial». «Volver a Barreiro siempre nos trae recuerdos porque muchos nos criamos allí», confiesa el de Porriño en relación a su pasado celtista que comparte con jugadores granates como Campillo, Capi, Carnero o Pedro García que formaron parte de las categorías inferiores del conjunto celeste, llegando a debutar en un amistoso con el primer equipo, como fue el caso de Pedro García.
Otro granate que vivirá el derbi con más motivación, si cabe, es Álvaro Queijeiro. «Pertenezco al Dépor y también soy aficionado y enfrentarse al máximo rival siempre es especial», confiesa el coruñés. Para él, el partido de Vigo podría marcar un punto de inflexión en su etapa granate. Hasta el momento no ha tenido el protagonismo que esperaba pero, como le dice el entrenador Luisito, «tengo que tener paciencia y mi momento llegará», confía el mediocentro, que sigue convencido de que fichar por el Pontevedra fue una decisión correcta y que esta etapa que está viviendo le está sirviendo para crecer y mejorar como jugador. Mientras tanto, promete trabajo para ganarse el puesto de titular.