Rifa para pasar de vaquero a chándal

carmen garcía de burgos PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA CIUDAD

La idea es dotar a cada uno de los ochenta niños que pertenecen a la oenegé de una equipación de juego y otra de entrenamiento.
La idea es dotar a cada uno de los ochenta niños que pertenecen a la oenegé de una equipación de juego y otra de entrenamiento. capotillo< / span>

Integración Deportiva Pontevedra quiere sortear cestas de Navidad para comprar equipación de entrenamiento a sus 80 alumnos sin recursos

27 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Muchos de ellos aparecen en el entrenamiento en vaqueros y zapatos. Sus familias no tienen recursos para comprarles un uniforme. Mucho menos una equipación para jugar al fútbol. Por eso pertenecen a Integración Deportiva Pontevedra (Indepo), una oenegé puesta en marcha hace tres meses por Fernando Moreno, un padre de familia en paro que no quiso que ni sus hijos ni los de otras personas en su situación tuvieran que renunciar a una de sus pasiones. Aunque al principio había quien le decía que estaba loco por intentar poner en marcha una aventura de semejantes dimensiones y con tantas dificultades (aparentes), no cejó en su empeño, y el equipo que ha formado en diferentes categorías cuenta ya con 80 niños.

Y tres patrocinadores. Entre todos van juntando el trabajo con los recursos económicos de que dispone cada uno, y así consiguieron dotar a los pequeños de una equipación de juego en estos últimos meses. No todas las prendas son nuevas: algunas pertenecían a un equipo de veteranos que se las cedió gratuitamente. A pesar de ello, fueron arreglando con la ropa de segunda mano. «Algunas camisetas y pantalones eran pequeños, de talla M y L, y algunos de los chicos tallan grande», explica Moreno.

Pero no es suficiente. El objetivo de Indepo es mucho más ambicioso: equiparar a los pequeños futbolistas sin recursos con los que sí los tienen. Por eso, el siguiente reto de la entidad benéfica es dotar a cada uno de los deportistas de una equipación también para entrenar. A ellos y a los entrenadores, que prestan sus servicios altruistamente a la asociación. «Nos gustaría compensarlos de alguna forma», explican desde la agrupación.

Cada boleto, 1 o 2 euros

No es tan caro. Cumplir su sueño apenas cuesta 1.700 euros. Con ellos podrían dar a cada niño un uniforme compuesto por un chándal, un polo, un pantalón corto y una sudadera. Pero no tienen esa cantidad. Para conseguirla están ideando una campaña de cara a la época del año más solidaria por excelencia. Quieren solicitar a uno de sus patrocinadores que les ceda una o dos cestas de Navidad para poder sortearla. Cada boleto de la rifa se venderá, según los planes de la oenegé, a 1 o 2 euros.

La idea es cerrar la iniciativa en los próximos días para poder empezar a vender los vales para el sorteo a principios de noviembre y dar así un margen de tiempo suficiente para recaudar cuantos más fondos mejor.

Las contadas aportaciones que reciben hoy en día -los padres de los niños en paro no pagan ninguna cuota- se emplean en cubrir gastos corrientes, entre los que se incluyen, por ejemplo, los arbitrajes. De los alrededor de 200 socios colaboradores a los que se pidió una aportación -de 10 euros-, por el momento la han hecho efectiva menos de una decena, aunque la campaña de captación sigue en marcha.